Ecce Consejo

Normalmente bajar a lo más simple es la mejor manera de poder solucionar un problema grave y complejo. Creo que todos estamos de acuerdo en que la Madrugá de hoy en día es un problema que hay que solucionar. Muy pocos son los que piensan que no hay que cambiar nada y que se debería seguir como está ahora mismo. Es una obviedad muy grande pero algunos parecen no entenderla, si admitimos esto, conlleva hacer cambios y no seguir haciendo las cosas igual. Esas soluciones pueden ir desde cambios de itinerarios hasta cambio de hermandades de día. Desde mi punto de vista un cambio de itinerarios y orden sería lo más adecuado. 

El problema viene cuando las hermandades actúan puerilmente y sin querer ceder ni un ápice en sus ideas iniciales. Todas las hermandades deben entender que no son las únicas del día y que sobre todo en la carrera oficial y su entorno deben actuar como si sólo una hermandad fuera. Visto lo visto, doy por imposible que las hermandades actúen así y llegados a este punto sólo cabe que el Consejo sea quien ejecute esa mejor visión global. Son Bourrillier y sus adlátares los que deben imponer la solución que se considere mejor.

Una cosa muy importante es que el Consejo no está para quedar bien con todo el mundo y dar una solución que perjudique a todos un poco para no perjudicar a una o dos algo más. Tampoco me parece bien que se proponga una solución bienal para así, en dos años, cuando ya Bourrilier se supone que no estará en el Consejo, el "muerto" se lo quede otro. Después de haber hecho el conteo el año pasado y haber dicho que hace falta una solución, es ahora cuando se deben poner las bases de lo que será la Madrugá de las próximas décadas. Así se hizo en los años 60 cuando Gran Poder cambió su recorrido, en esa ocasión la perjudicada fue una y con el paso del tiempo se vio que esa decisión no era tan mala... de hecho incluso hay hermanos que ahora no ven bien volver por el camino más lógico.

Todas las decisiones que se tomen tendrían sus pro y sus contra, la solución perfecta no existe casi nunca, y mucho menos cuando de cofradías hablamos, pero lo razonable, lo que toca, es un Consejo con personas trabajando durante un año para buscar la mejor solución. Ahora, a una semana el Cabildo de toma de horas las prisas apremian y me temo que la solución no será del todo buena. Quizás si en el mes de Mayo, Junio o Septiembre se hubieran puesto con este tema y hubieran sacrificado alguna ración de croquetas la cosa ahora estaría más encauzada.