domingo, 29 de noviembre de 2015

Música y pasos

A nadie escapa que hoy en día gran parte de la información cofrade gira entorno a uno de los elementos de la Semana Santa: la música. Desde hace algún tiempo se ha venido tratando el tema de la posible incorporación de una banda al paso de la Soledad de San Lorenzo. Y fue en un Cabidlo realizado hace escasas fechas donde parece que se ha cerrado este tema, por lo menos por un periodo largo. El resultado fue bastante claro y no deja abierta ni la posibilidad de seguir en el empeño.

En este tema me ha llamado la atención que hubo más hermanos que votaron a favor de hacer un Cabildo para tratar el tema, que los que luego votaron a favor de llevar música. Es verdad que son dos cosas distintas, pero a nadie escapa que lo más lógico es que si votas a favor de hacer ese Cabildo es porque estás a favor de incorporar una banda. Creo que el cambio de idea de esos hermanos vino dado porque cuando se recogieron las firmas mucho daban por hecho que sería Tejera la banda elegida, y pocos días antes del Cabildo se supo que en ningún caso la banda del Maestro Tejera podría acompañar a la Soledad. Es decir, gran parte de los hermanos estaban a favor de incorporar a una banda concreta y no tanto un acompañamiento musical general.

Muchas veces se piensa que cuando hablamos de música es sólo el de una banda, o en todo caso el de la música de capilla, pero hay más formulas que se podían usar y que algunas hermandades ya hacen, como por ejemplo el de las corales. De haber sido hermano de la Soledad yo habría votado que "Sí", considero que tanto ese paso como el de la Virgen de Loreto deberían llevar acompañamiento musical y además sería una buena oportunidad de escuchar marchas de gran valor y que son poco interpretadas en Sevilla.

A partir de aquí, si eres de los que se rasgan las vestiduras fácilmente y no admites cosas nuevas mejor que no sigas leyendo porque voy a proponer algo que no te va a gustar. Ya que estamos en San Lorenzo y hablando del acompañamiento musical de los pasos me parece que sería una muy buena ocasión la salida extraordinaria del Señor de Sevilla para verlo de otra forma a como estamos acostumbrados en Semana Santa. Particularmente vería un acierto que ese traslado se realizase con música. Soy consciente que este tema en  la hermandad ni se lo van a plantear, pero eso es una muestra más del peligroso inmovilismo en el que estamos instalados, donde ya no es que no se hagan cosas nuevas, sino que ni tan siquiera se plantean.


domingo, 22 de noviembre de 2015

Las manos que hablan

Empezaste la semana allí arriba en tu altar, físicamente lejos de tus feligreses pero ellos saben que siempre te tienen tan cerca como a su propio corazón. Como todos los años, fuiste descendiendo al mundo terrenal para ser el eje entre lo que se acaba y lo que vuelve a empezar. Primero bajaste al presbiterio, vestida de luto por tantos y tantos hermanos que aquí te quisieron mucho y ahora te tienen a su lado eternamente. Ya el viernes te acercaste más aún y ofreciste tu mano a todo aquel que necesitara, siquiera unos segundos, de consuelo. A todo aquel padre o madre preocupado por la situación laboral de su hijos, a todo aquellos hijos preocupados por la salud de sus padres, o a cualquiera que le preocupa y le asusta todo el odio que el ser humano es capaz de manifestar hacia otros seres humanos.

Nunca estás sola, pero en ese fin de semana que anualmente nos recuerda la periodicidad del tiempo, estás aún más acompañada. Este es el fin de semana donde aún tenemos el recuerdo reciente del Amparo por la Plaza del Museo o de la Reina de Todos los Santos poniendo un broche de oro con música del cielo, el recuerdo que nos dice que el ciclo se vuelve a abrir, que a lo lejos, pero cada vez más cerca, atisbamos lo que será un nuevo Domingo de Ramos, y para colmo nos encontramos en San Juan de la Palma. Casi "ná". Por si faltaba alguna señal, algún repeluco más, uno mira a los naranjos y ve flores de azahar en ellos, quedando la duda de si eso será producto del cambio climático o de esa mágica isobara que permite a Sevilla tener una eterna Primavera.

Alguien decía al conocer la leyenda que esconden tus manos, "¡Ay! si esas manos hablaran", lo que esa persona no sabía es que esas manos hablan a todo aquel que necesita oír un oración de paz, un frase de alivio o una exclamación de ánimo. Esas manos no sólo hablan, sino que también escuchan a todo aquel que necesita ser escuchado. La fuerza de esas manos la componen: Santa Ángela de la Cruz, Madre María Purísima o todos esos ángeles que habitan a escasos metros de San Juan de la Palma, Rodríguez Ojeda, Cayetano González, Benito Hita del Castillo o tantos artistas que pusieron sobre ti su bendito talento para embellecerte aún mas.

Es un día gélido de otoño, en la plaza una hoja seca cae al suelo, los niños suben y bajan una y otra vez en el tobogán, como si estuvieran viviendo cada minuto la metáfora de la vida, los padres miran protectoramente a sus hijos y algunos jóvenes toman un café en los bares cercanos. A lo lejos algún grito de gol llega desde un pub cercano. Dentro el mundo gira alrededor de un rayo de sol que ilumina a la más bella de las amarguras. El ciclo otra vez ha empezado, o ha terminado, según se mire.



domingo, 15 de noviembre de 2015

Yo también me independizo

Llegados a este punto, yo también me independizo. Declaro de manera unilateral mi independencia de tanto indeseable que está dentro del mundo de las cofradías. Me independizo de esos tuiteros graciosos sin gracia que sólo buscan el retuit a costa de mofarse de algunas personas o hermandades. Me independizo de todo aquel que busca hacer una tertulia nada más que para el marujeo y el critiqueo. Me independizo de la panda de frikis que van alrededor de una banda buscando el fallo para así tener un vídeo más viral, de los articulistas que sólo sueltan bilis y de los periodistas que politizan constantemente la Semana Santa.

Me independizo, obviamente, de quien intente atacar a la Semana Santa, pero también me independizo de todo ese cofrade "rancio" que usa la Semana Santa como escudo para sus propias fobias y frustraciones personales. Me independizo de los sabelotodos, del cangrejero irrespetuoso, del costalero fanfarrón, del nazareno postureo y del músico chufla. Me independizo de los que intentan buscar y fomentan eternas rivalidades absurdas (Cigarreras-Tres Caídas, Esperanza Macarena - Esperanza de Triana...), me independizo del que molesta 10 veces a los demás, para hacer 10 veces la misma foto con el móvil y las 10 veces le sale borrosa.

Y cómo no, me independizo del Consejo que hace con su torpeza que los problemas se agranden día a día, de este Arzobispo que cada día ataca a las hermandades intentando cortarle cultos y salidas, o ataca a la cantera de la Semana Santa intentando que no haya asociaciones. Me independizo de los hermanos mayores que convierten a las hermandades en partidos políticos, y de los miembros de junta que miran al resto de hermanos por encima del hombro por el mero hecho de llevar una vara en su mano. Me independizo de todo esto.

Declaro que la única patria verdadera está en la calle Santa Angela o en el comedor del Pumarejo. Está en el supermercado social de Triana o en las facturas pagadas por las hermandades a sus feligreses menos pudientes. Está en la mirada del niño que vive con ilusión la Semana Santa y al que la palabra "polémica" le queda muy lejos. En todo aquel que realiza su estación de penitencia sin necesidad de tener que contárselo a todo el mundo. Mi patria serán todas esas personas anónimas que trabajan duro por su hermandad aunque el día de la salida no lleven una vara. El país al que perteneceré, a partir de ahora, será la belleza de un "pasopalio" por una calle estrecha, el silencio más absoluto y verdadero cuando Jesús del Gran Poder pasa o el cosquilleo del estomago cuando se ve al primer nazareno en la tarde del Viernes de Dolores.