domingo, 27 de septiembre de 2015

Vuelva Usted en Cuaresma

"¿Tendrá razón, perezoso lector (si es que has llegado ya a esto que estoy escribiendo), tendrá razón el buen monsieur Sans-délai en hablar mal de nosotros y de nuestra pereza? "

Así comienza el último párrafo de la magnífica obra "Vuelva usted mañana" del escritor madrileño Mariano José de Larra. En las líneas que continúan a esta frase que yo he puesto aquí, Larra pone de manifiesto como el español convive con su pereza y como ella nos impide evolucionar en algunos aspectos fundamentales de nuestra vida. Yo creo que cuando esta pereza es algo personal el asunto es grave sólo para esa persona y para al grupo reducido sobre los que su pereza pueda influir. El problema viene cuando la pereza es institucional, ahí ya sí nos afecta a todos y debemos ser todos los que espabilemos a la institución u organismo, porque de lo contrario su pereza irá en detrimento de nuestra evolución como sociedad.

Digo todo esto porque estas semanas, una vez más, estamos viendo de manera manifiesta la pereza del Consejo, Ayuntamiento y Arzobispado, ya que, de nuevo, está saliendo a los medios y redes sociales el famoso proyecto que Jesús Creagh lleva presentando desde hace 30 años al Consejo. Sus primeros intentos fueron allá por el 1984 cuando las personas de mi generación aún no habíamos ni comenzado la educación básica. Hoy algunos ya son hasta doctores de la carrera que hayan estudiado y el proyecto sigue cogiendo polvo en algún cajón perdido de la calle San Gregorio.

Personalmente creo que este proyecto es una mejora a lo que tenemos ahora pero sólo sirve como parche. Pronto volverían a saltar los problemas, los cruces y los colapsos en ciertos puntos. Pero como digo, algo mejora a lo que hay actualmente. Si lo miramos detenidamente es básicamente cambiar Tetuán por Sierpes y desplazar el palquillo de Campana desde su actual ubicación hasta la confluencia de Cuna, Martín Villa y Orfila. Es decir, los organismos competentes no han sido capaces, en 30 años, de dar el paso para cambiar a una calle paralela y un desplazamiento de pocos metros de un palquillo...de afrontar una reforma integral de la Carrera (que es lo que haría falta) ya ni hablamos. Lo dicho, perezosos. A pesar que todo el mundo sabe que la calle Sierpes es un peligro para la seguridad, además de una incomodidad para los propios usuarios de sillas de esas calles, y también todos sabemos que la Carrera Oficial es algo que se ha quedado obsoleto, pero ni sabiéndolo dan un mínimo paso hacía la evolución.

Cuando el terrible terremoto de Japón, los nada perezosos japoneses lograron reconstruir en sólo seis día un tramo importante de autopista que había quedado destrozado. Aquí estos pequeños cambios en un evento anual van para 30 años y subiendo. PEREZOSOS. No tiene ningún sentido que las instituciones, empezando por el Consejo pero incluyendo a Palacio (si tanto quiere mandar en "chuminás" que se moje aquí también) y Ayuntamiento, no hayan podido solucionar en tres décadas un problema evidente. No tienen perdón que tantos y tantos hermanos mayores, consejeros, alcaldes, presidentes...que tuvieron responsabilidades en este asunto, cuando alguien les venía con el problema de la carrera contestaban (y siguen contestando): "Vuelva usted en Cuaresma".


Foto: semana-santa.org