sábado, 30 de noviembre de 2019

Una cuestión de ética periodística

Hace algunos años existía una programa llamado "Caiga quien caiga". Dentro del mismo, el periodista Juanjo de la Iglesia tenía una sección de ética periodística, en ella se mostraba como la prensa distorsionaba la realidad de la noticia a través del titular. Con frecuencia oímos decir aquello de "que la realidad no te estropee un buen titular". No parece ni lo más profesional ni lo más honesto, pero es algo que sabemos se hace, mucho más en esta era digital donde el pinchazo vale dinero. 

Esta semana la Hermandad del Valle se ha visto envuelta, de nuevo, en un asunto turbio, pero a decir a verdad ha sido de manera injusta y producto de la mala praxis de un profesional de la información. El periodista de Diario de Sevilla que normalmente cubre los asuntos judiciales, se hizo eco de un asunto donde un procurador de la ciudad, presuntamente, había estafado 5000 € a uno de sus clientes. Esa es la noticia, pero como seguramente contado así y con un titular honesto no habría sacado muchos clics, el periodista decidió titular de la siguiente manera: "El fiscal pide dos años y medio de cárcel para un alto cargo de la hermandad del Valle". Claro, uno ve ese titular y piensa inmediatamente que la hermandad de la calle Laraña vuelve a tener problemas internos. Nada más lejos de la realidad, simplemente es que el procurador es también miembro de junta del Valle, pero el presunto delito incumbe únicamente a su actividad laboral.

A raíz de esto, la corporación del Jueves Santo se ha visto obligada a sacar un comunicado explicando algo que es muy obvio, que ellos no tienen nada que ver. Además el teniente de hermano mayor ha presentado su dimisión, intentando así minimizar los posibles daños. El resumen es que algo que no tenía nada que ver en el mundo cofrade, sólo ha tenido relevancia en el mismo. Es una pena que para rellenar un periódico se tenga que recurrir a la falta de honestidad y hacer daño a personas que ninguna culpa tienen (hermanos del Valle).

Este tema también tiene otro punto de vista. Algunos ahora callan porque la publicación viene de un medio conservador. Si algo así lo hiciera un periódico de ideología progresista, muchos de los que hoy callan, alzarían su voz para que todos viéramos lo "ofendiditos" que están. Pero en este caso no, el único de los guardianes de la esencia (casposa) sevillana que ha dicho algo es Carlos Navarro Antolín y su tuit iba en la línea de menospreciar a quienes criticamos la forma de dar la noticia. No somos catedráticos, decía. Él tampoco lo es. No parece muy inteligente dar argumentos que invalidan la opinión de uno mismo. 




domingo, 24 de noviembre de 2019

Noviembre

Noviembre es la pinza del péndulo cofrade. La época del año donde prácticamente decimos adiós al periodo letífico en la Magdalena y en Omnium Sanctorum. El mes de los muertos, de las primeras heladas y lluvias de consideración. Noviembre de 2019 está siendo especialmente triste en el mundo de las cofradías. Hemos perdido para siempre a personas que han aportado su granito de arena a nuestras hermandades. Artistas, hermanos mayores, miembros de junta... cada uno en su medida, y con más o menos fama, han colaborado para que la tradición siga. Noviembre de largas oscuridades.

En contraposición, empieza la ciudad a preparar la luz de la Navidad. La iluminación ya está colocada, los puestos de belenes también. En los comercios la palabra ya aparece y los bares de copas se empiezan a llenar de comidas de empresas y amigos. Pronto el Ayuntamiento llenará las calles del centro de eventos extraordinarios que nos recuerden constantemente en qué fiesta estamos.  La luminiscencia del periodo navideño oculta la lobreguez del periodo invernal. Hasta la naturaleza se une a esa dualidad, qué bellas son las hojas cuando envejecen. Qué llenas de luz y de color están en sus últimos días.

Pero como decíamos al principio, los cofrades estamos en la época que el péndulo es empujado por una mano que sostiene un corazón alado y recibido en el otro extremo por una mano que se extiende en San Juan de la Palma. El testigo metafórico entre Glorias y Semana Santa se pasa en estos días. Va desde la Virgen del Amparo hasta la Virgen de la Amargura. A partir de ahora, las hojas que indican cuántos días faltan para el Domingo de Ramos cogerán más velocidad, casi sin enterarnos volveremos a estar rodeados de niños y palmas. Es una evidencia, este cuadrimestre que viene ahora pasa mucho más rápido que cualquier otro cuadrimestre del año. 

La luz y la sombra. La nostalgia de lo perdido y la esperanza de lo que está por venir. La Gloria y la Pasión. La ambivalencia de un mismo fenómeno - de un mismo sentir - es ahora cuando se unen. En este mes se fusionan y muestran los dos corazones de Sevilla. El ciclo que siempre es igual siendo distinto. El péndulo que oscila, pero que en noviembre ralentiza su marcha en el punto medio.

domingo, 17 de noviembre de 2019

La santa Campana

La semana pasada analicé el documento del Consejo desde un punto de vista técnico. Di mi opinión de porque creía que no era válido y los puntos donde fallaba de manera grosera. Hoy creo que es oportuno hacer una mirada más allá del documento. Qué hay en el fondo del asunto, por qué cosas que al resto nos parecen evidentes ellos parece ignorarlas. No creo que sean tan necios ni ciegos, más bien son interesados, en tanto tienen unos intereses concretos.

Sería lógico pensar que el Consejo debería actuar como institución regularizadora de la Semana Santa, solucionar los problemas cuando surjan y ser el motor de la celebración. Actualmente sabemos que esto no es así, son un club privado de amigos que sólo desean recaudar con una voracidad que asusta. Crea problemas donde hay soluciones, los cofrades del Martes Santo saben bien de lo que hablo. No dudan en poner en riesgo a la ciudadanía, si con ello se llevan 100 € más por una silla. Parece que ya no nos acordamos de las sillas que había hace 20 años y las que hay ahora, siendo las calles exactamente iguales. Han convertido el hacinamiento de personas en la tradición y la recaudación en el día a día, pero siguen sin mostrar de manera trasparente las cuentas. 

Es una verdad a medías decir que la Campana hoy es lo que es porque hay televisión y Youtube. La historia de la zona viene de hace un siglo, como mínimo. Las crónicas de los periódicos de principios del XX narraban situaciones muy parecidas a las de hoy, no había ni Youtube ni televisión, pero sí había un sector de la sociedad allí presente para la que las hermandades le montaran el espectáculo, igual que pasa hoy. Más importante que la televisión es la presión de ese "lobby", palabra moderna que se usa actualmente para definir algo muy antiguo. es por ellos por lo que en los 100-150 metros de la zona de la Campana la media de las hermandades es más baja que la media del resto del recorrido.

El famoso documento de la semana pasada, al igual que el del año pasado del Martes Santo de la pasada Semana Santa, está hecho por y para ese sector. Quieren su ración de show, para ello pagan. Quieren sentirse diferentes por estar allí sentados, por eso su títere, perdón, representante en el club privado de amigos, les hace unos horarios y velocidades a medida. Éstos van siempre en función a Campana. No importa la hora de entrada de las cofradías en su templo, ni siquiera que algunas, como Santa Cruz, por ejemplo, llegue a la catedral cuando ya es Miércoles Santo. Eso no lo reflejan en ninguno de sus documentos. Eso da igual. El amigo de la Campana habrá llegado a buena hora y se irá a buena hora, habiendo visto los izquierdos de San Benito y escuchado a Las Cigarreras y Tres Caídas. ¿Qué más da como repercute en el nazareno una planificación que empieza y termina en Campana? ¿Qué más da que una persona termine su estación de penitencia a las 3 de la madrugada y a lo mejor llegue a las 4 a su casa? Para eso no hacemos un informe técnico. Visto desde la silla de Campana eso sólo son unidades de tiempo, ¿verdad?, señores del Consejo

domingo, 10 de noviembre de 2019

La fórmula del fracaso

El miércoles pasado la junta superior del Consejo convocaba a los hermanos mayores de las hermandades penitenciales de Sevilla para anunciarles cómo se va a realizar, a partir de ahora, el reparto de tiempo en la carrera oficial. La idea de crear un sistema objetivo para realizar el reparto es buena y necesaria, se debería haber hecho hace mucho tiempo, pero voy a desgranar el documento por partes e intentar explicar por qué éste no es válido, según mi opinión.

"...se establece un criterio que iguala esfuerzos dentro de una jornada.." En la introducción del primer documento, se explica que el texto busca un criterio objetivo e igualitario, pero lo primero que hace es discriminar según días. Con este método una hermandad del Lunes Santo y otra del Miércoles Santo, que sean exactamente iguales, tendrán que hacer la carrera oficial de manera distinta. Puedo llegar a entender que Jueves Santo, Madrugada y Viernes Santo tienen ciertas connotaciones que lo hacen distintos, pero el resto de días deberían ser tratados siempre igual.

- La fórmula que han utilizado es compleja: Tiempo de Paso Hermandad i = Tiempo Fijo hermandad i + Total Resto Minutos Jornada * (UT Hermandad i / UT Jornada). Contiene unos minutos fijos en función del número de bandas y pasos, otros en función de los diferentes integrantes del cortejo (Unidades de tiempo) y otros con el resto de minutos que quedan. ¿Por qué liar tanto? Es más fácil asignar directamente según los diferentes integrantes del cortejo, bandas y pasos, y que de ahí que salga el total que requiere la jornada. Lo contrario es intentar parar una hemorragia con una tirita. Si encorsetas el día en un tiempo determinado, pero la realidad dice que hace falta más tiempo, la fórmula no servirá para absolutamente nada. 

- En líneas generales el reparto que hacen de las unidades de tiempo creo que está bien y se podría usar para lo que comento del punto anterior, pero es llamativo que en esas UT contabilicen a los guardias civiles de escolta como 0.4 y, sin embargo, no contabilicen (0.0) a los miembros de seguridad con GPS (son seguridad igual que el guardia civil) o a los capataces y contraguías (van al lado del paso siempre, igual que el Guardia Civil). En detalles así, por pequeños que sean, se demuestra que quien ha hecho el documento no lo ha realizado con el rigor y la profesionalidad que en una institución como el Consejo sería exigible. 

- Ojo al siguiente texto extraído literalmente del documento: "Campana - Confitería: Este tramo esta establecido tradicionalmente en 10 minutos. Sin embargo, casi la totalidad de las cofradías lo realizan en un tiempo inferior. Esto es debido a que para el registro de tiempos se tiene en cuenta el ultimo músico o componente del cortejo al pasar por el palquillo. En realidad, cuando se toma el control en el Palquillo el paso de palio suele estar a punto de revirar. La duración en dicha revira de Sierpes es la que determine normalmente la velocidad en dicho tramo. Aquellas cofradías, que utilizan mas de 7 minutos, además de parar a la que viene detrás, suelen acumular retraso en este punto. La media en este tramo es de 5,1 minutos". En mi opinión, este párrafo es tan significativo de como trabajan en el Consejo, que casi no requiere cometario. Está todo dicho. De modo que para medir lo que tarda un paso en cruzar la Campana, en el 'palquillo' empiezan a contar desde el último músico y en la confitería paran el reloj cuando llega el palio. Así les sale una media baja en esos 47 metros. ¿Por cierto, de los otros tramos de la carrera oficial nada se dice de cómo se hace la medición, ¿es diferente?

- Hay otro detalle que canta la chapuza que han hecho. ¿Cómo es posible que digan que la Madrugá en Campana termina a las 6.35? A esa hora tenía prevista su llegada la cruz de guía de la Hermandad de los Gitanos en 2019. ¿Cómo puede ser que en un documento oficial se diga que es la hora del palio? Y lo peor es que ese error acarrea que a la Madrugada le dan 320 minutos, y ya sabemos que ese dato es fundamental en la fórmula que se han inventado. A un niño de primaria se le catearía un examen de matemáticas por un error así. 

- El documento intenta explicar que se intenta aligerar el trascurrir de las hermandades por Campana para dar más minutos en la catedral. Como idea lo veo correcto. Es además algo sensato, pero a la hora de la verdad hacen las siguientes velocidades por tramos: 

a) Campana - Confitería. 47 metros. Velocidad = 6.7 metros / minuto

b) Confitería - Palcos: 456 metros. Velocidad = 13.8  metros / minuto

c) Palcos - San Miguel: 387 metros. Velocidad = 14.9  metros / minuto

d) San Miguel - Palos: 184 metros. Velocidad = 9.7 metros / minuto

¿Por qué 47 metros de la Campana son tan principales como para hacer un tramo ahí? ¿Por qué ese tramo se debe hacer incluso más lento que como casi todas las hermandades hacen su estación de penitencia? ¿No sería más sensato aligerar los tiempos en el recorrido oficial? ¿Con 5 'revirás' se les exige más velocidad que con una 'revirá'?

- En el tramo correspondiente a "Confitería - Palcos" se dice: "...la dificultad de la calle Sierpes...", como si esa dificultad fuera por algún elemento natural o propio del recorrido. La realidad es que esa dificultad, principalmente, viene por el hacinamiento de personas que allí hay, dónde literal se está jugando con la vida de las personas. La voracidad recaudatoria de los mercaderes de San Gregorio ni les hace pensar en la posibilidad de quitar sillas de allí o de Campana y la plaza Virgen de los Reyes, donde también hay zonas hipermasificadas. ¿Para eso no crean fórmulas complejas ni ningún documento? Se pide más celeridad en una calle donde los abonados entorpecen el paso de las cofradías y no en la expedita y bien vallada Campana. 

- En el interior de la catedral, actualmente, hay cuatro 'revirás', antes había dos, ¿por qué no se vuelve al trazado antiguo y así también se ayuda a una mayor fluidez? ¿Por qué el documento especial hincapié en el hecho de acabar realmente en la plaza Virgen de los Reyes, cuando las hermandades giran a derecha o izquierda, pero no se hace el mismo hincapié en Campana, cuando las hermandades hacen una 'revirá' desde el Duque o desde O'Donnell?

- Mirando todo el documento en perspectiva, es obvio la sobredimensión que se le da a la Campana. Se les dice a las hermandades que allí vayan más lentas, no se les tiene en cuenta el tiempo anterior al palquillo, la medición se hace con trampas para favorecer que estén aún más tiempo y se les otorgan 47 metros sagrados, nunca mejor dicho.

- Por último, este documento tiene siete páginas. Hace siete meses que terminó la Semana Santa 2019. Un mes por página en un documento que vuelve a tener errores groseros de gramática. Además de esos famosos 320 minutos de la Madrugada. Parece que está hecho deprisa y corriendo, nuevamente, como ya ocurrió con el famoso que hicieron del Martes Santo.

domingo, 3 de noviembre de 2019

Una cuestión de profesionales

Esta semana hemos conocido dos noticias tan importantes como esperadas por muchos cofrades. Por un lado, el Cristo del Amor será sometido a un estudio, que señalará su estado actual de conservación y la necesidad de una restauración. Por otro lado, la Hermandad de la Amargura ha decidido restaurar a sus tres titulares. El trasfondo de estas noticias tiene cierto interés. 

Alguna vez he hablado por aquí de la necesidad que tienen las hermandades de profesionalizar todas sus áreas. Las hermandades no son empresas, ni deben aspirar a serlo, pero su situación en el tejido social y económico de la Sevilla del siglo XXI sí hace que su dimensión requiera de un cambio en algunos hábitos tradicionales. Lo primero que destaca es que siendo decisión similar, ambas corporaciones la toman de forma diferente. Amargura en un cabildo general extraordinario y el Amor en un cabildo de oficiales. En ambos casos podría darse el caso que entre los miembros que toman la decisión final no haya ni un solo experto en la materia. ¿Es normal dejar el patrimonio de una hermandad en manos de analfabetos en el tema? Lo que sí podemos asegurar es que ni la mayoría de hermanos de la Amargura ni de miembros de la junta del Amor son expertos en la materia, por lo que el riesgo de la pregunta anterior es palpable.

A todos nos chirriaría que el Museo de Bellas Artes nos preguntara a nosotros, como ciudadanos, si tiene o no que restaurar una de sus obras. Sin embargo, se ve como algo normal que decidamos eso mismo en nuestra hermandad. Es una decisión tan técnica y de tanta trascendencia, que sólo deberían tener voz y voto los profesionales en la materia, porque de no ser así podrían oírse declaraciones tan ridículas como las del anterior hermano mayor del Amor, que anteponía un gusto personal al posible daño material que pudiera estar sufriendo su titular. O aquel exhermano mayor baratillero que decía ser un experto en restauración de estatuas de bronce, porque había limpiado plata en su hermandad. 

Desde hace unas tres décadas el nivel de restauradores en la ciudad de Sevilla roza la perfección. Quizás personajes siniestros como Francisco Peláez del Espino están aún en el imaginario de los cofrades y por eso ven con miedo la opción de restaurar las imágenes, cuando en realidad, el verdadero pavor lo deberían tener viendo como sus imágenes se degradan y ensucian día a día, mientras que ellos están de brazos cruzados. Por ejemplo, hoy en día los andaluces deberíamos presumir del IAPH, institución pública que desde los años 90 tanto bueno ha hecho no sólo por el patrimonio andaluz, sino también por el patrimonio de fuera de nuestras fronteras.