El jueves pasado se celebró en la Alameda el pregón del
<<Orgullo Gay 2019>> de Sevilla. En el escenario había dos actrices
disfrazadas de Santa Justa y Rufina. Ninguna de ellas actuó ni contra la
Iglesia ni mucho menos contra los cristianos. La prensa más homófoba y vomitiva
de la ciudad (vamos a ir dejando de usar los eufemismos de rancia o
conservadora) ha iniciado una campaña - una más - contra el colectivo LGTBI. Lo
primero que habría que aclarar es que Santa Justa y Rufina son un símbolo de la
ciudad, no algo propiedad privada de nadie. La ciudad la componen personas de
toda índole, creencias, ideologías y gustos.
Personalmente, veo incluso semejanzas entre Santa Justa y Rufina y
el movimiento LGTBI hoy en día. Todos sabemos que las alfareras trianeras
fueron condenadas a muerte porque se negaron a dar propinas en una procesión
del dios Adonis y posteriormente no renunciaron a su fe. No sólo se negaron a
dar la propina, sino que formaron un altercado gravísimo que terminó cuando
tiraron al suelo la imagen de Adonis y ésta se rompió. Los cristianos, en
aquella época, eran minoría y estaban perseguidos. Sufrían. Hoy en día, las
perseguidas son las personas del colectivo LGTBI. Afortunadamente, hemos
mejorado algo en estos 50 años, pero sigue habiendo muchos hombres y mujeres
que son insultados, humillados, golpeados e incluso asesinados por su condición
sexual. Esta misma semana ha sido noticia el incidente en el McDonalds de
Barcelona, hechos así hay a diario, pero no siempre hay alguien para grabarlo
con el móvil.
Como decíamos al principio, detrás de la campaña sólo hay homofobia.
Este sector de sevillanos y sevillanas no se molestó cuando Morante de la
Puebla (Uno di loro) usó a las santas para promocionar su negocio, es
decir, las corridas taurinas de la Feria de Abril 2017. Tampoco se ofuscaron
cuando un conocido tuitero, Julio Muñoz, usó a las patronas para hacer caja con
su producto, una cerveza artesanal. Incluso uno de los medios que ahora ha
abanderado el linchamiento contra las pregoneras, Diario de Sevilla, le dedicó
un publireportaje gratuito, disfrazado de noticia, eso sí.
Ya no engañan a nadie. Se ríen de Sevilla formando una carnaval y
dando un pregón cuando cierran la churrería donde ellos desayunaban. Se mofan
de la ciudadanía cuando publican como noticia de alcance que uno de ellos ha
tenido un accidente de moto y se le ha partido un poco la camisa. La culpa de
todo era de la Sacramental de la Magdalena, según su teoría. Son los de la
esencia, los del que no cambie nada. Son éstos, los mismos que ahora sacan su
peor lado, el homófobo, porque lo que molesta no es que se use a la imagen de
las santas, lo que realmente molesta es que lo hagan los "maricones y las
bolleras", que es como ellos llaman de manera pútrida al colectivo
LGTBI.