domingo, 23 de junio de 2019

Sevilla son sus barrios

A menudo, cuando se habla de Sevilla y los sevillanos, se intenta hacer de manera idílica y haciendo creer que la ciudadanía vive en el centro, en bellas casas palaciegas y a pocos metros de la catedral. Eso, indudablemente, es falso. Alguno hasta se engaña a si mismo en este sentido. La realidad de Sevilla está en los barrios, en grandes bloques de pisos, en triple y - hasta cuádruple
fila de aparcamientos - y en parroquias, en algunos casos, de nueva construcción.

Eso extrapolable a la Semana Santa, lo vemos clarísimo también. La Semana Santa más verdadera es la que viene desde el Tiro de Línea detrás del Cautivo, la ejemplaridad en todo lo que hacen en el Cerro, es un Viernes de Dolores donde la palabra "Barrio" se escribe con mayúsculas en Pino Montano. Es el palio de la Virgen de los Dolores en la plaza del Platanero. Es San Pablo, Alcosa o Bellavista ¿qué verdad más grande hay que su comedor social?

Esta semana se ha celebrado la que antaño era fiesta más importante de Sevilla y hoy en día se mantiene como uno de los días "señalaitos" del calendario. Por desgracia, creo que cada vez más convertida en un celebración hecha para exhibiciones militares, egolatrías civiles y postureo cofrade. El descenso de público es manifiesto y aunque se pueda defender que se trata de una celebración de acompañamiento y no de representación ¿qué sentido tiene que cuando aún falta la mitad de la procesión por salir, el resto ya haya terminado, recoja sus estandartes y se vayan al bar más cercano? ¿Qué sentido tiene ver a la Custodia entre insignias ocultas, furgonetas aparcadas en Alemanes o gente que cruza desde ese calle hasta García Vinuesa? El sentido se ha perdido por completo y no hay ni acompañamiento, ni representación ni asistencia.

Como decía al principio, las hermandades de barrio son las que marcan el camino. Este año, por ejemplo, Santa Genoveva ya ha dado el primer paso de restringir el número de personas que podían ir en el cortejo. ¡Bravo! Además cambian a la tarde el Corpus de su feligresía, para no coincidir con tantos otros que hay en la ciudad. Quizás el camino sea ese, potenciar en público externo el Corpus de Sevilla y en asistencia interna el de los barrios, los cuales en la mayoría de los casos van absolutamente solos. De nuevo, los barrios obran en la dirección más adecuada.

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