domingo, 24 de octubre de 2021

Traslado del Gran Poder a La Candelaria (23 de octubre de 2021)

 





















¡Es Sevilla, imbécil!

Los días que estamos viviendo entre el 16 de octubre y el 6 de noviembre van a quedar - a buen seguro - en la memoria colectiva de gran parte de los sevillanos. En su expresión máxima de fenómeno total ya nos ha dejado historias, fotografías, hechos, serendipias... que serán recordadas en las próximas décadas. Y eso que todavía esto no ha hecho nada más que comenzar, como quien dice. Ya sabemos la devoción que una señora de Los Pajaritos le profesaba al Señor de Sevilla, cómo por sólo cuatro meses no pudo cumplir uno de sus sueños, que era verlo en la parroquia de su barrio, cómo su hijo cogió la foto de su madre para que ella estuviera presente y sin duda lo estaba, porque más allá de la foto, ella estaba en el recuerdo de los seres que en vida le quisieron. Quien quiera entender la Semana Santa que lea a Hume o Spinoza, Descartes aquí no tiene cabida.

Pero esta salida extraordinaria del Gran Poder también es un tortazo a quienes cierran los ojos día tras día. A Sevilla y los sevillanos NO los encontramos en la Cuesta del Bacalao, Plaza del Triunfo o calle Sierpes. Eso es un atrezo institucionalinalizado para atraer dinero. La realidad, lo que no es atrezo, es Tres Barrios, Pino Montano, Macarena Norte, San Pablo, Torreblanca, Alcosa. Polígono Sur... En los bloques hay más realidad que sobre los adoquines de Gerena o Quintana de la Serena del centro y Triana. Muchos tienen que abrir Google Maps para llegar a la calle Codorniz, por ejemplo, sin embargo al centro comercial de Los Arcos, a escasos 100 metros, llegarían con los ojos cerrados. No es un dato simple, es Geografía Urbana en estado puro. 

Las sociedades son mejores en tanto que consigan tener poca desigualdad entre sus habitantes. En Sevilla no hace falta tener ni una gran barrera urbanística (vías de tren, autovías...), con una avenida con numerosos semáforos para cruzarla sobra para mostrar las diferencias entre vivir en Alejandro Collantes o la Plaza del Zodiaco. Y no es un hecho aislado, urbanísticamente muy similar ala Ronda del Tamarguillo es la Palmera y la desigualdad aún mayor también la tenemos Bami/Polígono Sur y Los Bermejales. Estas diferencias llegan después de décadas de pésimas políticas urbanísticas, dejación institucional, social y mediática y ausencia total de un modelo de ciudad. Dentro del aspecto mediático esta semana el diario ABC - en sus diferentes formatos - ha dado una masterclass de cómo la opinión publicada tiene su cuota de culpa. En sus más de 100 años de historia, Tres Barrios jamás ha preocupado ni al ABC ni a su línea editorial. Más bien al contrario, siempre lo han usado como herramienta de ataque cuando les convenía. Su subdirector, Alberto García Reyes, escribía hace unos meses un artículo execrable, donde culpabilizaba a las victimas y mostraba su más profundo desprecio por ellas. Era una muestra evidente de un clasismo repugnante. Ahora, como quien va allí es la Hermandad del Gran Poder, sí le interesa defender a Los Pajaritos como atrezo - como obra - y para ello usa de fondo el debate sobre la túnica del Gran Poder. Curiosamente hablando en tercera persona de idiotez, frikismo, frivolidad y "paparruchá"; supongo que la liturgia, la iconografía y lo espiritual será dar el pregón que él dio por el cierre de una calentería ('agrupa guapa' tocando a todo lo dé que no falte). Eso sí, el negocio debe ser del Postigo, si es de Torreblanca ya tal. 

Ese clasismo también lo vemos en otros medios como El Llamador y en periodistas vinculados normalmente a Canal Sur o ABC, donde tratan a los sevillanos de Tres Barrios como si fueran seres exóticos. Se han sorprendido que existan bloques con desconchones o que la gente tienda en el único cordel que puede. Algo que gran parte de los sevillanos tenemos asumido como cotidiano, pero como decía antes, el problema no es de ignorancia, sino de clasismo e ideología, tan preocupado suelen estar de si mismos con el adjetivo "individual" que son desconocedores absolutos (o desprecian) de la sociedad en la que viven. 

Estos días el papel de Juan Espadas y su equipo de gobierno también está quedando en evidencia (one more time). El futuro candidato a presidente de la Junta también ha descubierto Tres Barrios. Ahora han mandado al servicio de limpieza a la zona y han puesto presencia policial casi 24/7. Ahora. En tres semanas volverán a la rutina de abandonar a su suerte a esos sevillanos. Como única acción de trabajo seguirán poniendo apartamentos turísticos y hoteles en el centro, esta vez sí, 24/7. Sin modelo de ciudad ambicioso, funcional y diversificado es imposible que muchos de los barrios de Sevilla tengan futuro. Y eso es lo mismo que decir que Sevilla, como ciudad y sociedad, no tiene futuro.