lunes, 29 de enero de 2018

Niño Jesús de Praga (27 de enero de 2018)







Besamanos, besapiés y viacrucis del 27-28 de enero de 2018

Besamanos de María Santísima de la Paz Coronada



Besamanos de María Santísima del Refugio



Besapiés del Santísimo Cristo de la Buena Muerte



Besapiés del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia



Besapiés de Nuestro Padre Jesús de las Penas


 

Viacrucis del Santísimo Cristo de la Buena Muerte


domingo, 28 de enero de 2018

Un ejemplo a seguir

Quien me conoce, sabe que me gusta ser crítico con lo que considero es susceptible de mejora y encomiasta con quien actúa adecuadamente. No creo en esas personas que por decreto todo lo ven mal o no reconocen que hay cosas que sí se hacen bien. Y al revés, hay muchos que siempre usan la adulación como forma de opinión. Sin crítica, tanto positiva como negativa, no hay evolución. Ni todo es siempre bueno ni todo es siempre malo. Algo que es bastante comprensible, a algunos les cuesta una barbaridad entenderlo.

Hoy nos vamos a centrar en la figura de alguien que sí ha aportado al mundo de las cofradías. Un hermano mayor de los que cada vez se estilan menos en Sevilla. Educado, humilde, que sirve a la hermandad y no se sirve de ella. Me refiero a quien en esta semana dejará su cargo: Pepe Moreno. Todo lo que pueda decir de él es desde la lejanía, ya que no tengo el gusto de conocerlo, pero los cofrades sí hemos visto su forma de actuar, casi siempre elegante y sin estridencias. 

Quizás su bondad haya sido perjudicial para los intereses de la hermandad en alguna ocasión, como por ejemplo en el sempiterno conflicto de la 'Madrugá', donde más de una vez, otros hermanos mayores - menos empáticos y más egoístas - se han aprovechado para hacer prevalecer sus intereses, aunque eso supusiera un perjuicio para una institución a la que hipócritamente llaman hermana. En una corporación que eternamente ha tenido problemas institucionales, se ha visto salpicado por un turbio asunto al final de su mandato, daño colateral de una guerra por el poder entre los que parecen - Dios quiera que me equivoque - no van a seguir la senda de sensatez y humildad de su predecesor. 

En un universo cofrade donde a muchos se les llena la boca con la palabra cristiano, muy pocos, a la hora de la verdad, enarbolan la bandera de lo que debería ser ese concepto: humildad, empatía, generosidad, bondad, altruismo... Es triste que haya que escribir artículos para resaltar las cualidades personales de un hermano mayor, debería ser la forma de actuar normal en un mandatario, pero ya sabemos que no es así. Los déspotas de vara dorada ya los vimos en su día y por desgracia los seguiremos viendo, pero hoy tocaba resaltar a quien lo ha hecho bien, para ver si entre todos conseguimos que esos valores, antes enumerados, vayan cogiendo terreno en la vida de nuestras hermandades.  

domingo, 21 de enero de 2018

Es el mercado, amigo

La frase que da titulo a este artículo se ha hecho famosa en estos días porque fue la contestación que dio Rodrigo Rato -el que fuera Vicepresidente y Ministro del gobierno- cuando le preguntaron por su implicación en el desfalco de Bankia. Obviamente cada situación tiene un contexto muy diferente y no son comparables, pero a una parte de todo lo que ha ocurrido con el tema de la Banda de las Tres Caídas del Realejo y la Hermandad de las Aguas, sí se le puede aplicar la frase. El asunto no es complejo, pero tiene matices que deben ser analizados detenidamente y creo que se falla si se quiere ver de una manera global o buscando un solo culpable y un solo inocente.

Por un lado está el tema del ofrecimiento de dinero de la banda a la hermandad. El asunto ha traído mucha polémica, en mi opinión, hipócrita, ya que es algo que más o menos sabemos que se hace actualmente en algunas hermandades. El mercado de las bandas, queramos o no, es eso, un mercado, donde cada uno mira por sus intereses y busca la forma de ganar dinero y prestigio. Esto siempre y cuando se haga de manera legal y con unas mínimas reglas de decencia, no creo que sea tan grave. Cada banda es libre de ofertarse donde le plazca y cada junta de gobierno puede elegir a la banda que más le convenza, siendo banda y hermandades las que establecen las condiciones de esa relación contractual. Distinto es cuando para conseguir esos contratos se hacen artimañas sucias o la procedencia del dinero no es del todo legitima, ahí, igual que se debe hacer en el exterior de la burbuja cofrade, hay que intentar denunciarlo y no permitirlo. Se habla mucho estos días de la cuantiosa donación de la banda a la hermandad, ¿por qué no se habla ese tema cuando conocidos personajes de la sociedad sevillana hacen esas donaciones a grandes hermandades? Podemos intuir, visto además el desarrollo posterior de los acontecimientos, que algunas de esas donaciones no son realizadas con dinero blanco, sino más bien todo lo contrario. Nadie entonces alza la voz. No hay que ser muy valiente para ir contra una banda de Granada, pero sí hay que serlo para ir contra la nobleza o empresarios sevillanos que se mueven en determinados círculos de la ciudad, especialmente si uno también pretende moverse en esos círculos. Y en Sevilla, valientes, lo que se dice valiente, los podemos contar con los dedos de un muñón. 

Visto este asunto tenemos que pararnos en otro, en mi opinión el más grave. El nombre de la Hermandad de las Aguas o la Banda de las Tres Caídas del Realejo parece estar en entre dicho, pero las organizaciones están por encima de las personas. La Hermandad de las Aguas son sus hermanos, los cuales en este caso están siendo victimas y encima están teniendo que sufrir el rubor de ver como juegan con el nombre de su hermandad. Una barbaridad. Sean valiente y nombren a las personas, no involucren a las instituciones en estos desmanes. Hablemos claro, esto ha sido un juego entre dos bandos, uno encabezado por Antonio Arrondo -hermano mayor de las Aguas- y otro por Francisco Antonio Huertas -presidente de la banda de Tres Caídas de Realejo- ambos, y cada uno por una cosa diferente, han perdido las formas. Por un lado Antonio Arrondo, que es reincidente en esto de dar su palabra a una banda y dejarla tirada a los pocos días, si no, que pregunten por el Sol. Personalmente considero que quien no es leal a su palabra, pierde su dignidad; quien pierde la dignidad, lo ha perdido todo en esta vida. Por otro lado Francisco Antonio Huertas, que aún siendo engañado, utiliza a los medios oficiales de la banda para lo que ya es una batalla personal. Vaya usted a juicio, es lícito, yo también lo haría, pero no quiera convertir su disputa personal en un show mediático utilizando los medios de la organización que preside. 


La banda son sus músicos y la hermandad son sus hermanos, Antonio y Francisco son sus representantes legales coyunturales, pero me da la impresión que actúan sin entender esto y buscando simplemente saciar su ego y no por el bien del colectivo. Al igual que Bankia eran sus clientes y a la vez han sido las victimas, ahora no debemos mezclar a quienes integran una organización con quienes mal ejercen su poder. Centremos el debate en los responsables y dejemos en paz a hermanos, músicos y el nombre de la banda y hermandad, porque todo lo que rodea a este asunto da mucho asco y es de una vergüenza sonrojante, amigo. 

domingo, 14 de enero de 2018

La ocurrencia del Sábado de Pasión

A veces pasa que en la Semana Santa vuelven temas de manera cíclica, principalmente por modas y porque se esfuman una y otra vez sin que nadie les meta mano. Suelen ser ideas extremas, ocurrencias más bien, como por ejemplo lo de la segunda Madrugá o la ampliación de los días de la Semana Santa. Estos días estamos viviendo un auténtico 'boom' de esa moda que propone pasar el Sábado de Pasión a jornada oficial de la Semana Santa. Empezarían, por tanto, un día antes las estaciones de penitencia a la catedral. Soy el primero que dice que ninguna idea, por loca o imposible que parezca, debe ser rechazada sin ser estudiada previamente. También pienso que lo de ampliar jornadas ya se hizo en el pasado, y aquí estamos, no pasó nada. Si es lo mejor, hágase, pero ¿es la mejor solución que se pueda dar hoy en día? 

Sin duda el problema más evidente que soluciona es que podrían entrar, sin ningún tipo de perjuicios a otros días, las hermandades que tienen solicitado el poder hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral (Pino Montano, La Misión, La Milagrosa y La Corona), así como otras que seguramente en un futuro soliciten hacerlo (San José Obrero, Pasión y Muerte, ¿la nueva agrupación del Santo Ángel? o las que pudieran surgir en una futuro algo más lejano: Rosario de San Jerónimo y Bendición y Esperanza). Dispondríamos de un día más para las hermandades y por tanto ahí solucionamos algunos apartados, pero también crearíamos nuevos problemas. Por ejemplo, tener que ampliar efectivos tanto personales como materiales. Si todas fueran incluidas en un mismo día, serían cofradías de muy largo recorrido, por tanto muchas más horas de servicio en un solo día para los efectivos de seguridad; y si fueran intercaladas con otras jornadas, habría que cambiar a hermandades establecidas en otras jornadas a esta nueva jornada ¿Por qué no?. También a corporaciones como Divino Perdón de Alcosa, Padre Pío o Cautivo de Torreblanca habría que moverlas al Viernes de Dolores, si no queremos que pierdan presencia de cofrades en su día más importante. 

Vemos que la cosa no es tan fácil como hacer una plantilla de horarios poniendo como quedaría el día o escribirlo en un artículo como posibilidad que realmente esté siendo estudiada, algo que parece que no está siendo tratado en estos momentos por nadie del Consejo ni las hermandades, más bien parece autoría, en esta ocasión, de periodistas y blogueros ávidos de temas de debate. Todo esto no quiere decir que estas hermandades no puedan ir a la catedral, más bien al contrario pienso que estas ya deberían haber estado incluidas en la nómina hace años. La Semana Santa debería tener un sistema flexible, donde cualquier hermandad que lo solicitara pudiera entrar al siguiente año, sin esperas eternas y sin promesas incumplidas ¿cuántos de los últimos presidentes del Consejo han accedido al cargo prometiendo a las hermandades de vísperas que 'lo suyo' se iba a estudiar y el informe aún sigue metido en el cajón?

Siempre lo digo, la reforma de la Semana Santa debe ser integral. Debe configurarse un sistema más eficiente y dinámico. La solución definitiva debería constar, con toda seguridad, de otra carrera oficial, así como la modificación de sus horarios de inicio y final, incluso el cambio de jornada de alguna hermandad, insisto, ¿Por qué no? Debe tener otro orden de cofradías más lógico y que nos haga ganar tiempo, una carrera oficial que se recorra en menos tiempo, unos oficios de catedral que ayuden a agilizar todo... Esa nueva Semana Santa debe ya ser estudiada contando con las cuatros hermandades que han solicitado su incorporación, así como tener presentes que otras lo harán en un futuro. Debe tener en cuenta el contexto demográfico, social y económico de nuestro tiempo. No debe buscar soluciones con el pensamiento del XIX, sino utilizar las herramientas y conocimientos del siglo XXI, que es en el que estamos actualmente, por si alguien aún no se había dado cuenta. Mientras nuestra mirada esté difusa y anclada en el tiempo, nuestros problemas serán más severos y se agrandarán con el paso de los años, hasta que nos exploten en la cara y ahí, ya sí, busquemos la solución. Dice Asenjo que litúrgicamente no habría problemas en el tema del Sábado de Pasión, igual que digo siempre que él no se tiene que meter en temas de organización de hermandades e itinerarios, sí es la voz más autorizada para hablar del aspecto litúrgico, aunque en esta ocasión, como vemos, el problema parece más logístico que litúrgico.  


lunes, 8 de enero de 2018

La Cabalgata son los niños

Debe quedar claro desde el principio, 'Los Reyes es la fiesta de los niños, no es tu fiesta'. Principalmente recalco esto porque hay quien no parece entenderlo. El adulto - especialmente el más rancio - piensa que él es el centro del evento y éste se debe organizar para su uso y disfrute y en orden a su tradición, creencias e ideología. No, esto no debe ser así, hay que ser muy canalla para querer secuestrar esta fiesta a los niños. En las celebraciones de los adultos, cuando llega la extraordinaria del Gran Poder por ejemplo, cambiamos sobre la marcha los días en función de las previsiones o en Semana Santa si llueve mucho, o no se sale o se refugia uno lo más rápido posible. Incluso se dice aquello tan hipócrita de "es por los niños y el patrimonio humano". Antaño, cuando había días libres, hasta se cambiaban las jornadas de hacer estación de penitencia, si llovía el Domingo de Ramos se salía el Martes Santo, pero esos mismos años, si diluviaba en la Cabalgata, se salía el 5 de enero por la tarde sin opción posible a cambio. Los niños daban igual entonces y siguen dando igual a ese grupo que todo lo ve desde su único punto de vista egocéntrico. Algunos adultos lo que hacen es usarlos para sus creencias e ideologías personales. Llega la fiesta de los más pequeños y en una decisión macabra decidimos que ellos soporten aguaceros, vientos y granizos, no pudiendo disfrutar plenamente en su día. Habiendo soluciones, como las hay, es deleznable hacer esto, lo ha sido siempre y lo seguirá siendo cada año que, por una mera cuestión simbólica que solo ve el adulto, no arreglemos esto. 

Como todas las ciencias, la meteorología y sus herramientas están en continua evolución, hoy podemos intuir con antelación cosas que hace 30 años no se podían saber. Sigue siendo imposible la exactitud cronológica de las lluvias por ejemplo, pero con tres días de antelación (en algunas épocas del año y si se dan ciertas circunstancias) sí podemos saber que va a ser una tarde inestable. Es el caso de este año y la tarde del 5 de enero. Se sabía que íbamos a tener el aguacero y el viento que tuvimos, se sabía que eso era un riesgo y un deslucimiento en el mejor de los casos. La provincia actuó de forma sensata y lógica cambiando la celebración a los días aledaños. El 4 no había riesgos y el 5 había muchas posibilidades que sí los hubiera. Lo importante es que el niño disfrute con la Cabalgata y, obviamente, lo haga sin correr ningún riesgo. El Ateneo suele ser una institución que organiza y promueve muy bien sus actos, la Cabalgata es su mejor obra, pero este año, en mi opinión, han jugado con fuego y eso habiendo niños de por medio es una temeridad. Cambiar en pocas horas hasta por dos veces el horario, siempre para reducir el tiempo de estancia en la calle, y al final hacer una Cabalgata indecorosa, a una velocidad de vértigo, con prisas y nervios que llevaron a una salida caótica y con un tramo - desde los Remedios hasta la entrada - bajo una intensa precipitación. Y hubo suerte esta vez, podía haber sido peor, porque el granizo podría haber caído y los vientos haber arrastrado cornisas y ramas. Que no ocurriera esta vez, no quiere decir que en otra ocasión no pueda ocurrir. Lo secundario es que el adulto tenga instalado en su mente algo simbólico, como es que esto tenga que ser en la tarde del 5 de enero. Los argumentos son tan débiles como sobrecogedores, dicen: "Siempre se ha salido con lluvia y nunca ha pasado nada" ¿Hay que esperar que ocurra una desgracia para cambiar?. Situaciones tan especiales como las de este año se dan cada mucho tiempo, nadie está diciendo de cambiar el día y la hora en situaciones normales.

La Cabalgata debe ser en la tarde del 5 de enero siempre y cuando no haya circunstancias extremas. Como sabemos que es mejor prevenir que curar, con un parte de granizos y vientos muy fuertes no se debe exponer en ningún caso a los niños. Los adultos no debemos regalarles un día de perros en su fiesta, porque repito, es su fiesta, no la nuestra. El 90% de los años harán que el 5 de enero sea un día estable climatológicamente o que sea un día parecido al 4,6 o 7 de enero, en tal caso la posibilidad de cambio no se entendería, pero este año la lógica decía de cambiarlo, porque era la tarde-noche del 5 lo que iba a estar claramente peor. Incluso la posibilidad de hacerlo por la mañana habría sido una opción a tomar en cuenta, pero no, había que arriesgar la integridad física de los niños porque los adultos somos así de miserables.

Los niños no tienen memoria temporal, por lo que a ellos lo del 4 o el 5 les da igual, tampoco tienen instalado en su cabeza el sentido de la tradición. Eso lo tenemos instaurado los adultos. Los niños son esponjas que adquieren lo que sus padres digan, si los padres comentan algo como si fuera un problema, entenderán que hay un problema. Si los padres cuentan algo con ilusión, lo entenderán y acogerán con ilusión. El inmovilismo es fanatismo, estos días lo hemos visto. Si no expones a tus hijos un día normal a granizo y viento ¿Por qué los expones un 5 de enero por la tarde e incluso parece que te va la vida en ello? Eso solo se explica desde un mentalidad fanática, poner en riesgo a los niños porque en tu cabeza tienes metida la idea que los Reyes solo pueden salir el 5 por la tarde. Te da igual la comodidad de los niños. Te dan igual las posibles consecuencias trágicas de ramas o cornisas pudiendo caer por el viento. Te da igual que la Cabalgata tenga que ir muy rápida, deslucida y bajo una tormenta. Te da igual todo, solo te importa tu creencia y tu mal entendida tradición. Sí, podemos llamarte fanático.