sábado, 14 de junio de 2014

Hasta luego

Ayer a las 00.00 poco después que San Antonio de Padua pusiera sus cuatro zancos en el suelo tras su salida procesional fue el momento en el que se oficializó el adiós de la revista digital cofrade El Rinconcito Cofrade. A las 00.00, la hora en la que cada Viernes de Dolores, en la Anunciación, comienza un rito que nos traslada siglos atrás. O la hora en la que la Soledad de San Lorenzo empieza a hacernos pensar en la Semana Santa del año que viene entre saetas nocturnas. La hora en la que la noche más hermosa de Sevilla abre sus puertas basilicales y el sueño comienza un año más. Como si se tratara del niño servidor de librea que anuncia que la cofradía del Silencio ya está al completo en la calle, se había convertido en un ritual el recibir cada noche a esa hora los diferentes email mostrando las noticias del día y la agenda cofrade que nos esperaba para la siguiente jornada. 

No es fácil decir adiós cuando las cosas no van mal, y más bien al contrario van muy bien. Sus lectores veíamos en ellos una manera diferente de hacer periodismo, quizás mucho más cercana a lo que el cofrade siente de verdad y alejada de altas esferas mediáticas donde priman más los intereses y amiguismo que la información en sí. La juventud de sus integrantes es vital para comprender las ganas con la que informaban de cada acto y evento cofrade, pero como decía aquel anuncio de la generación JASP, jóvenes aunque suficiente preparados como han demostrado en estos 1825 días. 

No es fácil dar el paso de decir hasta aquí hemos llegado, muchos son los ejemplos de personas, instituciones o entes que hemos visto morir de éxito por no saber hacer a tiempo esa "pará" en el camino. Precisamente por hacer esa labor diaria tan extraordinariamente bien y gozar de una salud envidiable puede resultar más duro este adiós. Personalmente espero que sea eso, una parada para coger fuerzas y proseguir en un futuro con nuevas metas y objetivos y sobre todo, con la satisfacción de tener el reconocimiento de la Sevilla cofrade que los conoce.

En lo que a mí respecta ha sido un placer colaborar humíldemente con este medio cada Martes, y les agradezco que me brindaran la posibilidad de formar parte de su familia hace nueve meses y abrirme esa ventana para poder llegar a sus lectores. Esperemos que lo de ayer no fuera un adiós, pensemos mejor que es un hasta luego y que pronto sonará de nuevo el llamador del Rinconcito Cofrade para alertarnos que la cofradía va a reanudar su marcha.  


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