Sin lugar a dudas la tecnología ha hecho que nos convirtamos en unos zombies por la ciudad. Es absolutamente increíble ver como gran parte de la población va andando por la calle mientras mira su teléfono móvil. Es raro quien no ha visto algún accidente leve por este hecho. Choques contra otras personas, árboles, farolas...se han convertido en el pan nuestro de cada día. Nadie parece querer dejar de mirar el whatsaap, facebook, twiter o cualquier red social para ver cual es la última foto que han subido sus amigos o el último montaje cofrade que diga "No se que en Campana" mientras se pone a no se que en una campana de cocina.
Como zombies van los sevillanos con sus cámaras en ristre a posarse delante de la imagen que esté en besamanos o besapies, normalmente se suele respetar un mínimo al resto de fotógrafos y se busca un hueco donde no moleste a nadie, pero siempre llega un hipnotizado que sin miramientos se pone delante de todo el mundo sin importarle nada lo que pueda molestar, todo sea por conseguir esa superfoto que ya habrán hecho un millón de personas anteriormente pero que el hipnotizado pensará que sólo se le ha ocurrido a él. Por eso ya merece la pena un empujón al trípode de quien pacientemente ha esperado para conseguir un encuadre óptimo.
Y claro, también van como zombies decenas de personas alrededor de los ensayos y ya no quiero ni contar si ese ensayo es el del palio de la O por las calles del Arenal, ahí de nuevo aparece el zombie fotógrafo que sólo le falta decir un "¡Pararse ahí!.... que voy a hacer una foto "pa" el Twitter". Luego uno se va a la red del pajarito y ve que los zombies han tuiteado las fotos rápidamente para ver si así son elegidos mejor corresponsal cofrade del año.
En general estamos convirtiéndonos en una sociedad que por estas cosas está perdiendo las formas y la educación poco a poco. Yo no me voy a unir a la moda de criticar a quien haga fotos, vaya a ensayos o le guste dar esa información por las redes sociales, sólo digo que todas esas cosas se pueden hacer con educación y respeto al resto de personas que quieren hacer lo mismo que tú. También digo que es muy peligroso medir el autoestima de las personas en base a los retweet que tengan o a los amigos de Facebook que pongan un "Me gusta". Me aterra, al menos a mí me aterra, ver como algunas veces se le da más importancia a una pequeña pantalla de smartphone que a la persona que tienes enfrente, aunque esa persona sea tu marido/mujer, hijo/hija, padre/madre.... o un simple amig@ con el que te estás tomando una cerveza. Yo al menos lo tengo claro, no cambio un trillón de retweets por un "¿Nos tomamos otra cervecita?" que me diga un ser querido :).
Foto: www.1001experiencias.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario