sábado, 16 de septiembre de 2017

La Semana Santa de las muletas

Cuenta la famosa leyenda que un rey joven un día se cayó del caballo y se rompió las dos piernas, desde entonces se vio obligado a andar con muletas. El rey no quería ser el único en ir de esa manera, por ello obligó a toda la población a tener que caminar igual que él, so pena de muerte de quien no lo hiciese. Vivió muchos años, tiempo en el cual a los niños se les enseñaba desde sus primeros pasos a andar con muletas.. Décadas después, al morir el rey, solo lo más ancianos recordaban lo que era andar sobre las piernas. Todo el mundo iba sobre muletas, era lo que conocían, lo que creían normal y lo que nadie se atrevía a cambiar. Un joven osado pretendió un día andar como antaño se hacía, según le habían comentado algunos ancianos. Al principio se caía y era el hazmerreír del municipio. Poco a poco su perseverancia y su convencimiento de hacer lo que sabía era mejor hizo que consiguiera andar perfectamente de manera bípeda. Entonces el resto de personas lo miraban con envidia y las risas se convirtieron en enfado, lo trataban como el loco que iba andando sobre las piernas, pero el problema es que parecía irle mejor que a ellos. Esto llevo a que cada vez más personas entraran en razón y comenzaran a andar sobre dos piernas, recobrándose la normalidad en la zona.

Mañana lunes vamos a vivir una jornada importante en el Consejo de Cofradías y Hermandades de Sevilla. La sección de penitencia aprobará (no me cabe duda) el acuerdo al que han llegado todos los hermanos mayores del Martes Santo. Han sido estas ocho personas las que han roto el hielo, las que han decidido que la situación era insostenible y que ya no se podía seguir jugando con la seguridad de cofrades y nazarenos en la zona de Alfalfa o con la de una hermandad estando en la calle más allá de las cuatro de la madrugada. ¡Bravo! por fin alguien plantea soluciones, no tiene miedo al cambio y actúa con lógica. El cambio de sentido de la carrera oficial me parece una media no solo acertada, sino necesaria. Es verdad que quedarse en eso no es suficiente, han sido tantos años de ir acumulando problemas sin hacer nada que ahora hace falta más de un cambio, pero como punto de partida no está nada mal.

Pienso que esta alteración no se va quedar solo en el Martes Santo, una vez ellos han decidido ser los que van a andar sobre dos piernas, el resto de cofrades y juntas primero tacharán de locos a estos hermanos mayores, pero harán lo mismo con el tiempo. Es posible que incluso este mismo año, porque hay jornadas que ya no resisten ni una chapuza más. Madrugá y Martes Santo son las que tienen los problemas más evidentes, pero Domingo de Ramos, Lunes Santo y Miércoles Santo también están en una situación inasumible, y Jueves y Viernes Santo tienen mejoras evidentes. El Martes Santo ha decidido dar el paso, las otras jornadas no deberían dudar en darlo. Las voces más críticas a este plan dicen que no está bien porque se le quita el significado de estación de penitencia a la catedral. Cuando la Paz, Santa Genoveva, Cerro, Estudiantes, Santa Cruz o Sol (antes del cambio de itinerario) pasan al lado de la puerta de la catedral y siguen para adelante ¿Qué significado distinto tiene al que se propone ahora? Cuando Borriquita/Amor, Jesús Despojado, Amargura, Redención, Aguas, Candelaria, Panaderos, Baratillo, Cristo de Burgos, Monte-Sión, Valle, Pasión, Carretería, Soledad de San Buenaventura o San Isidoro nada más salir cogen una trayectoria opuesta a la catedral para buscar la Campana ¿Están rompiendo alguna Semana Santa?. O hermandades como Cena, San Roque, Estrella, San Pablo, San Gonzalo, San Benito, Sed, San Bernardo, Negritos, Cigarreras, Quinta Angustia, Calvario, Esperanza de Triana, Gitanos, Cachorro, la O, Montserrat, Sol (recorrido actual), Servitas o Trinidad que en algún momento de su recorrido se alejan de la catedral para ir a Campana, ahí no se dice que se está rompiendo el espíritu de la estación de penitencia, claro, si todos andamos con muletas no parece una discapacidad, pero con solo uno que empieza a andar sobre las piernas, ya es muy evidente la discapacidad.

Un debate bien distinto es si debe haber o no carrera oficial, pero de eso no es lo que se está hablando en estos momentos. Si partimos de la base que hay carrera oficial y esta debe ser un eje Norte-Sur, es evidente que favorece a la mayoría hacerlo desde el sur al norte, porque en la actualidad la mayoría de cofradías no están situadas en el norte de la ciudad o en San Vicente (como pasaba antaño). La carrera siempre se adecuó a la procedencia de la mayoría de hermandades. Considero infundado decir que la actual tiene como único objetivo el ir a la catedral, porque acabo de nombrar a 42 cofradías que ahora estarían rompiendo ese único objetivo que supuestamente existe hoy en día y el cual los hermanos mayores del Martes Santo pareciera que han decidido fastidiar. Con un motivo añadido, el resto de diecinueve cofradías no nombradas son de la zona norte, San Vicente, San Lorenzo y zona Campana, por lo que ellas no tendrían que hacer en ningún momento un recorrido antinatural si se cambia el sentido de la carrera. La mayoría de cofradías restarían muchos de los metros recorridos por el centro, con lo que es más fácil que no se produzcan las temidas aglomeraciones o los fatídicos cruces. Piensa siempre una cosa, que hayamos visto algo durante toda nuestra vida no quiere decir que eso haya sido siempre igual, y mucho menos significa que no pueda ser mejorado. Vamos a facilitar que nuestras hermandades avancen de manera sensata y que dejen de una vez por todas de dar gamballadas sobre muletas. 

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