domingo, 17 de mayo de 2015

Toda una vida de Sol

Una parte importante de los sevillanos nacimos viendo plumas por Sevilla y nuestra Semana Santa siempre ha tenido sonidos clásicos de policía armada. Cuando la Semana empieza lo hace con Cristo del Amor en el Salvador,  cuando vemos los misterios del Cerro o Exaltación no concebimos hacerlo sin escuchar los sones de Sol. El "jorobaito" no andaría igual sin este acompañamiento detrás de él ni en el Arenal sería Miércoles Santo si el mar blanco no fuera acompañando a la Piedad. Y el Sábado Santo actúan de corazón del Plantinar cuando ponen música a su titular. Son el barómetro de Sevilla cuando un día de estos que amanece con el tiempo malaje aparecen sin plumas y con pincho.  Ahí el sevillano dice "¡Ojú! hoy el día viene con guasa", sin embargo si ve las blancas plumas el sevillano respira tranquilo y sabe que ese día no habrá problemas de ningún tipo.

De este Sol de Pasión que llevamos disfrutando toda la vida se pueden decir muchas cosas y prácticamente todas buenas, pero quizás la palabra que más los identifica es la de "sevillanos". Llevan cuatro décadas enorgulleciéndose de su ciudad y a la vez siendo el orgullo de la misma. Han recuperado tradiciones como la de las Lágrimas de San Pedro o junto a la Pura y Limpia defienden, cada Diciembre, el dogma más sevillano. Por Sevilla Siempre. También en la provincia recuperan tradiciones como la de los Gozos de San Teodomiro en la localidad de Carmona. Han viajado, viajan y seguirán viajando por toda la geografía nacional haciendo gala de su sevillanía...empezando por su uniforme.

Durante su dilatada vida se han centrado no sólo en procesiones o conciertos, también han estado presentes en obras de teatro, bodas reales, exposiciones universales o inauguraciones de televisiones. Esto nos demuestra la versatilidad y maestría que tienen. Y por supuesto han sido el nexo de unión en homenajes a cofrades tan queridos por los sevillanos como el Brigada Rafael Macias o el entrañable Antoñito procesiones.

Lo mejor de todo es que el futuro está garantizado con esos niños que ya han cumplido 25 años y que es una Bendición escucharles, ya sea en un bando, detrás de un paso o delante de una cruz de guía. Esa "guardería" del Sol que no sólo da una formación musical sino que forma a personas y les inculca los valores más nobles del mundo cofrade. Decía Gardel que "20 años no son nada", sin embargo en Sevilla sabemos que 40 son toda una vida en clave de Sol.


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