martes, 11 de marzo de 2014

Tú me entiendes

Cuando un cofrade pasea estos días por la ciudad va buscando una cosa: Esa señal casi definitiva. No me refiero a ver alguna virgen vestida de hebrea, la parihuela de un paso en su iglesia o la multitud de cultos que hay en estos 40 días que también esas son señales. El hecho con el que a todos se nos escapa el "Esto ya está aquí" es cuando vemos esa primera flor de azahar. Yo la vi el pasado fin de semana y en segundos se me activaron los cincos sentidos.

Por un lado vi una chicotá eterna de un Nazareno en la mañana del Viernes Santo subiendo la Cuesta del Rosario, también vi una salida imposible en la calle San Esteban, un crucificado por la plaza de la Alianza que se refleja en un azulejo, un palio blanco inmaculado que ilumina la Plaza de España, un nazareno de ruán que iba rezando el Rosario detrás del Dios de San Lorenzo, una Virgen que llora por San Jacinto camino del Puente y un gitano de la Cava que muriendo va por Triana.

Olí al incienso del Cristo de Burgos en San Pedro y al de Pasión en el Salvador, a cera quemada en el Cerro, volviendo de una larga estación de penitencia y a buganvillas en el Parque al paso de un Cautivo, olía a candelería "cansada" en Nervión, a palio de flores exóticas en Pureza, a lirios en la cuna del saber y a rosa roja en la Plaza de San Andrés.

Toqué con mis labios un Lignun Crucis en San Vicente, y sin salirme de ese barrio también toqué con la yema de mis dedos un paso totalmente plateado. No pude resistirme a tocar la medalla de mi hermandad mientras vestía de ruán negro. Y también tocar la mano del monaguillo que ilusionado me ofrece un caramelo.

Escuché a la Banda del Sol rozar la perfección con "Bendición" en el Postigo, y a la Centuria acercarse al convento donde habitan las santas más santas de Sevilla a los sones de "Llora Sor Angela", a la Banda de Mairena del Alcor adentrarse en el Arenal con Guadalupe y la marcha "Hossanna in Excelsis", y claro, de ahí me fui a escuchar "Virgen de las Aguas" en la Plaza del Museo. Escuchando "Caminando va por tientos" atravesé la Alameda con Virgen de los Reyes y con "Requiem" entré en el Tardón. Y al final un acorde de Margot y la Plaza de Molviedro me vinieron a la mente. 

Degusté una torrija en la Campana, pestiños en Ochoa, croquetas en Casa Ricardo, pavía en el Rinconcillo y adobo en..... ¿Hace falta decir donde?. Fueron los cincos sentidos los que se me activaron y sólo con ver una flor de azahar, seguro que algunos me tachan de loco, exagerado o paranoico pero también es seguro que tú me entiendes.


Foto: ABC

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