A la hora en la que el Diputado de Cruz de Guía de El Silencio abre la puertas de San Antonio Abad para que ocho siglos de historia salgan a la calle, como digo, a esa misma hora aparece por la ventana del dormitorio del señor Asenjo el espíritu de la Semana Santa del pasado. Sobresaltado el Arzobispo se incorpora en su cama y con la lógica confusión y temor del momento pregunta al espectro quien es. El espectro sonríe y le contesta:
- ¿De verdad no me reconoces?
- No la verdad, ¿Quien eres y que haces aquí?
- Soy Fray Isidoro de Sevilla, fui predicador y cronista de la Orden de Frailes Menores Capuchinos y fundador de la Primitiva Hermandad de la Divina Pastora
- ¡Ah! Bellísima devoción esa de la Pastora. Pero aún no me has contestado que haces aquí.
- Como te advirtió el Padre Leonardo estás condenado a pasar a la historia como un Arzobispo alejado del pueblo de Sevilla. Yo soy el espíritu de la Semana Santa del pasado y vengo para mostrarte algunas cosas que debes conocer.
- No, gracias, yo ya conozco la historia de esta ciudad muy bien, prefiero dormir que mañana tengo un duro día de trabajo.
- Juan José, insisto, ven a ver lo que te voy a mostrar. Tu futuro está en juego y con él el de la Sevilla cofrade.
El señor Arzobispo duda en un principio pero luego da el paso al frente y se introduce en la enorme bola de cristal que Fray Isidoro de Sevilla le ofrecía. Así empiezan su viaje en el tiempo por el pasado:
- Esto es la Alameda ¿Pero por qué me has traído aquí?, Fray Isidoro.
- Mira aquel grupo de gente que viene hacia aquí.
Ambos miran hacia el lado norte de la Alameda, por allí se aproxima un grupo de personas entorno a un cuadro colocado en un estandarte, encabezando la comitiva va un fraile capuchino.
- ¿Quienes son?
- Soy yo sacando en procesión el cuadro con la imagen que soñé. Es el cuadro de la Divina Pastora pintado por Miguel Alonso de Tovar
- Perdón, señor. ¡Qué barbaridad es esa de sacar en procesión un cuadro que se ha soñado!
- Fray Isidoro tuerce un poco el gesto y le recrimina - ¡Insensato! estamos en el 8 de Septiembre de 1703. Este es el inicio de la devoción pastoreña que tú veneras en la actualidad.
- ¡Pero no puede ser! de una procesión con un cuadro no puede salir algo tan maravilloso y tan mundialmente conocido como la Divina Pastora. Antes debía de haber algo más.
- Fray Isidoro frunce el ceño ante la ignorancia de su interlocutor y le dice- Anda, vámonos a otro lugar.
Se trasladan a uno de los arrabales de la Sevilla del XVIII y ante ellos tienen a un grupo de niños sacando unas figuras del señor y la virgen.
- ¿Y ahora me traes a un juego de niños?
- Estás en el Domingo de Ramos de 1756, estos niños a los cuales menosprecias llevan años siendo el germen de una de las cofradías que más devoción mueve en la Sevilla del XXI. Esto es el inicio de la actual hermandad de San Bernardo. Sacan esos pasos desde su casa y los acercan a la Iglesia ¿Entiendes el significado de que un niño se acerque a la Iglesia? Por favor, no menosprecies nunca a un niño cofrade, ellos son el futuro, sin ellos no habrá ni Semana Santa ni devoción en un futuro. Nunca sabrás si las Cruces de Mayo, pequeñas asociaciones o grupo de personas que se reunan entorno a un paso están siendo el inicio de la religiosidad de los siglos futuros.
Asenjo calla, reflexiona y se deja llevar al siguiente escenario. Esta vez parece que están en un pasado más reciente, sin duda estamos ya en el siglo XX y probablemente los años 80. Parece un barrio obrero y la puerta de un instituto.
- ¿Dónde estamos?- pregunta extrañado Juan José Asenjo.
- Estamos en el Viernes de Dolores de 1982, un profesor del instituto ha propuesto a sus alumnos sacar un paso como proyecto común de la clase.
- ¡Uff! en esta época si yo hubiera sido el pastor de esta Archidiócesis les hubiera cortado de raíz. No se puede permitir que se juegue con la imagen de Jesús y su bendita Madre en un clase de adolescentes.
- Ya sé que lo prohibirías, y es por eso que te vamos a visitar los 3 espíritus. Este es el inicio de una hermandad que hoy en día desempeña una labor fundamental en su barrio y a la que tú le tienes bastante cariño. Es la hermandad de Pino Montano. Ellos sufrieron de primera mano lo que era ver las puertas de la Iglesia de su barrio cerrada y eso se está repitiendo hoy en día en muchos barrios que también son Sevilla. Tú eres el encargado de abrir la Iglesia a todos.
- Por ahí no voy a pasar, no quiero ver nada más, esto es el pasado y las cosas se hicieron así porque eran otros tiempos, pero hoy en día es diferente. Ahora las asociaciones de las que hablas sólo quieren lucirse en nombre de Dios. Hay que ser duros con ellos.
- Espero que en la próxima visita que recibas veas lo equivocado que estás...
El espíritu de Fray Isidoro devuelve a Asenjo a su dormitorio y se esfuma.
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