domingo, 9 de septiembre de 2018

Carta abierta a los miserables

No queridos miserables:

Os escribo esta carta porque estoy hastiado de vosotros. Me repugna vuestra maldad, vuestra falta de empatía y vuestro odio a la democracia. Cuando hablamos de la figura de Queipo de Llano no estamos hablando de debates lícitos como ser de izquierdas o de derechas, monárquico o republicano, ateo o creyente... de lo que estamos hablando es de un genocida, solo hay una opción, la de repudiar al responsable de la muerte de miles de inocentes: niños, adultos y ancianos.

No os creo cuando decís que sois católicos y justificáis, o directamente defendéis, a un criminal demente. Ser católico lleva implícito el no matarás, no cometerás actos impuros, no codiciarás los bienes ajenos, no robarás y el no dirás falso testimonios o mentiras. Lógicamente ser católico es no defender a quien se salte de manera vil estos mandamientos. Para vosotros es ir a misa cada domingo, bautizar a vuestros hijos y besar la mano de un sacerdote, pero eso no es ser católico, eso es postureo. No, miserables, no podéis autoproclamaos católicos y no ir decididamente contra quien pregonaba desde las ondas de Radio Sevilla lo siguiente: "Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen”. ¿Qué me he perdido para que un católico defienda a un cretino que se salta todos los mandamientos? ¿Qué me he perdido para que un católico defienda a alguien que es la personificación de los siete pecados capitales?

¡Pero qué vais a ser vosotros católicos!, si anteponéis vuestro odio ante todas las cosas. Si politizáis a Cristo para usarlo en vuestras guerras partidistas. Solo os interesa la religión para usarla de escudo y lanza. Ni uno de sus valores os aplicáis, si blanqueáis la historia de un sanguinario. Leed al Papa Francisco diciendo: "Que el Espíritu Santo nos dé la gracia de la conversión y la unción interior para poder expresar, ante los crímenes de abuso, nuestra compunción y nuestra decisión de luchar con valentía".

Respecto a la Hermandad de la Macarena, debe expulsar de su recinto los restos de Queipo de Llano y el general Bohórquez. Aunque fuera solo por catolicismo y respeto a los miles de macarenos y/o creyentes que ambos mandaron matar. No es sostenible en una democracia defender las dictaduras ni golpes de estado militares como el de 1936. No es moral en una religión honrar a asesinos. Esos restos deben estar fuera no solo de la basílica, sino también de cualquier recinto perteneciente a la Iglesia. Deben ir a un lugar donde quede claro a las nuevas generaciones que clase de monstruo no hay que ser en la vida. ¿Qué el lenguaje de esta carta os parece duro? Yo no creo que lo sea, pienso que este tema no es una de las tonterías habituales de las que hablamos los cofrades (bandas, costales, compostura de un nazareno...), hoy tratamos lo más importante que tiene el ser humano, su libertad y la democracia, no se debe ser tibio ni dejar sin aclarar en que bando se está, yo tengo claro que mi bando es el que está enfrente de los genocidas. Y vosotros, ¿en qué bando estáis?

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