domingo, 11 de marzo de 2018

La brecha moral

Estos días hemos vivido la semana del feminismo, cuyo epicentro fue la celebración a nivel mundial de la primera huelga de mujeres. Hasta 177 países participaron en el evento, siendo un éxito mediático y de seguimiento. Una sociedad que en general es todavía machista -y en algunos sectores muy conservadores hasta misógina- avanza cada vez más en la igualdad total y real, aunque siendo consciente que falta mucho para conseguir esa meta final ideal. En el artículo de hoy la mirada no la ponemos en este movimiento global, sino en nuestro mundo cofrade hispalense, que a veces va con sus propios ritmos y siendo ajeno al contexto que le rodea.

¿Dónde están las varas doradas femeninas? Hemos tenido en las hermandades de penitencia solo una hermana mayor, y tenemos un buen número de juntas de gobierno sin ninguna mujer y en las que sí hay mujeres son en todos los casos una minoría ínfima. ¿Dónde están las delegadas de penitencia o las mujeres con cargo en la junta superior del Consejo? No existieron jamás. ¿Dónde están las directoras de bandas de música, bandas de cornetas y tambores o agrupaciones musicales? Terreno este que en los puestos de mando, salvo contadísimos casos, prácticamente parece existir sólo un sexo sobre el planeta. ¿Dónde están las mujeres del martillo? ¿Dónde las costaleras? Ni que decir tiene la influencia de los párrocos y arzobispado en las hermandades, imposible pedir mujeres ahí, claro. Pero es que podemos ir más allá, ¿dónde están las mujeres que organizan la Semana Santa? En las reuniones del Cecop, Consejo y fuerzas de seguridad suelen aparecer en la foto hasta catorce personas, todos hombres. Sin ir más lejos, el otro día en el encuentro que hicieron para adoctrinar a medios e 'influencers' cofrades eran cinco hombres los encargados del adoctrinamiento. ¿No te resulta extraño que casi la totalidad de priostes y vestidores sean hombres y las camareras mujeres? Fran López de Paz, Paco Robles, Fran Gutierrez, Pedro Domínguez, Paco García, Víctor García-Rayo, Juan José García, Moisés Ruz, Pablo Lastrucci y Esteban Romera. ¿Dónde están las presentadoras de programas cofrades? Unámosle a los tres referentes de la prensa escrita con más tirada en la ciudad : Pepe Gómez Palas, Carlos Navarro Antolín y Javier Macias. En su tiempo presentaron programa Maruja Vilches e Irene Gallardo, un oasis en el desierto, que para colmo ya pasó a mejor vida. Si no ves un grave problema en todo esto, entonces es que el problema eres tú. 

Hay nazarenas, sí, después de muchos años de lucha, y en tres hermandades están por mandato de Palacio, no por convicción de sus hermanos. Quizás en algún caso más están por el qué dirán, tampoco por convicción. Existen diputadas de tramo, sí, pero ¿cuántas diputadas mayores de gobierno hay? Un tema que nunca sabremos ¿le pagan lo mismo a un saetero que a una saetera? Sin tener datos fidedignos me atrevería a decir que no y me encantaría estar equivocado en esta apreciación, pero sinceramente creo que no lo estoy. Hablando de dinero, ¿dónde están las mayordomas en las hermandades? Solo San Esteban y la Amargura -de las hermandades de penitencia hablo- creo que tiene actualmente mayordoma (antes la hubo en los Javieres). Teniendo en cuenta que Isidoro Moreno nos narra que en el siglo XVIII ya había movimientos por la igualdad de la mujer en este sentido, no parece que se haya avanzado mucho, más bien se ha retrocedido. ¿Dónde están las pregoneras? No me vale como respuesta que hace unos años se le ofreció a Charo Padilla y dijo que no, también ha habido hombres que han declinado dar el pregón y no por ello se ha dejado de llamar a hombres. Y no, no hay que designar a una pregonera porque sí, por quedar bien y decir "yo nombré a una mujer", hay que designar a pregoneras porque hay muchas mujeres en nuestro entorno con una preparación cofrade excelsa, dicción exquisita y versadas en letras, cosa que no es menor si tenemos en cuenta que el pregón es un relato literario oral. Al atril han ido hombres con cierta tartamudez y hombres con una oratoria nula, lo importante y por lo que se les designó es por ser hombres. 

La Sevilla que se autoproclama mariana, que reza a Esperanza, Rosario, Inmaculada, María o Dolores. La Sevilla que va a un templo a pedir Auxilio o Socorro o a ponerse de rodillas ante Piedad o Soledad. La Sevilla que supo dogmatizar el papel fundamental de una mujer, incluso adelantándose a la propia Iglesia. Esa Sevilla, la que se da golpes de pecho por tener una de las mejores fiestas del mundo, es la que pone trabas a las mujeres. Mientras mantengamos esta situación, no nos podremos enorgullecer del mundo cofrade. Han sido el pasado, son el presente y serán el futuro de nuestras hermandades, porque la Semana Santa se sustenta en personas y ,como tal, ellas siempre estarán ahí. Otra cosa es que tú, machista, no las quieras visibilizar o darles poder. Es obvio que mientras seamos exclusivamente los hombres los que formemos a los cofrades, mandemos en la Semana Santa, la organicemos y la contemos tendremos una lacra severa. ¿Os imagináis que todos los telediarios fueran presentados hoy en día por hombres? ¿Qué no hubiese presidentas de autonomía? ¿Qué no existiesen apenas ministras en el gobierno central o consejeras en cada comunidad autónoma? Sería tan anacrónico y dañino como todos los casos que aquí hemos visto que afectan en la actualidad a las cofradías. Existe una brecha social evidente, pero el paso previo para superarla es vencer la brecha moral que impide un avance acelerado en el mundo de las cofradías. Por desgracia, creo que estamos lejos de superar ambas brechas. 






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