domingo, 18 de febrero de 2018

Jugar a los mapitas

Podríamos empezar diciendo una de esas frases que las redes sociales han popularizado en estos años: "Jesús Creagh ha presentado su proyecto de carrera oficial, da igual cuando leas esto". Creo que nadie del mundo cofrade está ajeno a este proyecto y a lo que propone. Su autor lleva más de treinta años presentándolo. Dicen que se va actualizando continuamente, pero quizás no tan rápido como debiera y sobre todo creo que Jesús Creagh no se ha dado cuenta que la Semana Santa no son las sillas, eso es un elemento más, pero a la hora de organizar no puede ser el eje central ni por el que se hagan los cambios. No dudo en ningún momento de su buena voluntad, pero opino que su plan es demasiado pueril para lo que se necesitan las cofradías del siglo XXI.

El proyecto Creagh es mejor que lo que hay ahora, sí, pero ¿es lo que necesita Sevilla? Ni mucho menos. Me asombra que quien parece tener muy estudiado un asunto falle en la base. Decía esta misma semana que el proyecto era bueno porque "casi todas las hermandades vienen de la zona norte". Mentira. Hoy en día, cogiendo la horizontal de Martín Villa- que es donde comienza su plan-,  hay veintidós cofradías que vienen del norte, treinta y dos que lo hacen desde el sur y siete en esa misma horizontal. Además todo plan que se presente tiene que tener en cuenta las hermandades que han solicitado el hacer estación de penitencia a la catedral. Ahí tenemos tres más del sur y una del norte. El plan que no mire para el sur será un fracaso, un parche o una mala solución.

Para proponer una proyecto hay que partir de un concepto que hasta ahora nadie ha dicho, cualquier proyecto que se haga no es ni más ni menos que un análisis de redes y estos no se solucionan poniendo muchas líneas de colores sobre planos, intentando hacer que todo encaje en el papel, pero sin pensar en los diversos factores que constituyen una cofradía en la calle. El proyecto Creagh está exclusivamente hecho para y por la minoría de sevillanos que ven la Semana Santa desde las sillas. Por eso en todas sus justificaciones se dice que el número de plazas aumenta y que incluso la longitud de la carrera se ve incrementada. ¿Estamos seguros que esto es algo positivo? Desde el punto de vista económico puede que sí, desde el racional y el cofrade, desde luego que no.

Desconozco si Jesús Creagh ha dado datos fundamentales como la comparativa de kilómetros recorridos en su plan y lo establecido hoy en día, los ritmos naturales de cada corporación, los metros totales recorridos en los aledaños de la carrera oficial, los cruces de hermandades relacionados con la previsión del aumento de su nómina de hermanos, número de calles transitadas y el marco de las mismas, estudio de los flujos de masas previsibles según horas, volumen entrante por cada lado, cronograma con la previsión de puntos conflictivos... de esto yo al menos no he visto nada ni en este ni en ninguno de los planes que se dice que el Consejo está estudiando. Y no estamos entrando en profundidades, solo hablo de lo básico, lo primario. Presentar algo completo sería lo que necesita Sevilla, pero para eso hay que trabajar mucho más que colorear un plano y sobre todo hay que saber hacerlo. Hasta que no se den cuenta que lo que están elaborando es un análisis de redes y todo lo que ello conlleva, no darán con la tecla. Seguirán negando que este trabajo es más complejo que lo que su capacidad abarca y que tiene que ser realizado por profesionales de la materia y no por los compadres del mismo círculo cerrado de siempre. Hasta que no se den cuenta de ello, seguirán jugando a los mapitas. 

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