domingo, 19 de febrero de 2017

Banalización y modas

El pasado miércoles la Hermandad de la Esperanza de Triana decidió en cabildo extraordinario la restauración del Santísimo Cristo de las Tres Caídas. Lo primero que me viene a la cabeza es un "ya era hora", porque era algo que saltaba a la vista la necesidad urgente de intervenir esta imagen. Al menos en el apartado de su limpieza. Tan obvio era, que no hubo ni debate, casi por unanimidad se aprobó esa intervención. Lo llamativo, al menos para mí, viene en el porqué se eligió a Pedro Manzano y no al IAPH. Según la propia junta de gobierno, el IAPH propuso hacer la limpieza hasta el punto de dejar la policromía tal y como su autor lo concibió en el XVII. Esto asustó a los miembros de junta de la hermandad, y optaron por Pedro Manzano, el cual garantizaba una restauración donde no se limpiara hasta su policromía original.

Se habla de policromías, repintes, adiciones... algunas veces como tabú de lo que de verdad se está proponiendo: Devoción a la suciedad. No estamos hablando, en este caso, de un cambio en la fisonomía de la imagen, ni de alterar rasgos faciales, ni detalles como cabellera natural o tallada, aquí lo que se dice es tener devoción por un cristo "moreno" que no es tal, porque si la imagen quedara limpia supuestamente eso iba a dañar la devoción que se le tiene. ¿Quien se lo cree? El aspecto devocional que tiene el Santísimo Cristo de las Tres Caídas lo tiene por su unción sagrada, por llevar siglos siendo al que van dirigidos todas las oraciones de su barrio y por la tradición, que pasa de generación en generación, de ir a su sede y rezarle. No tiene esa devoción por ser más o menos moreno.

Las modas traen la banalización normalmente, esta de "mi cristo moreno" o "mi virgen morena" no es más que eso. En la mayoría de los casos que se dice esa frase no hace referencia a imágenes que realmente tengan una policromía más oscura, sino a imágenes que el paso de tiempo, como es lógico, ha ensuciado. Por tanto estamos educando en la devoción a la suciedad, como educación de la sociedad, esto que ha pasado esta semana es un paso atrás. Incluso podíamos hablar de si es correcto que estos aspectos, que requieren obviamente de conocimientos técnicos, se dejen en manos de los hermanos, los cuales en un 99% no poseen esa formación. Es un problema más de la poca profesionalización que hay en las hermandades, que dejan temas de extremo calado al albur de la decisión de una masa, con los problemas que ello puede acarrear. Cierto es que aquí la masa no es la que ha decidido desechar al IAPH, ha sido la propia junta de gobierno y un grupo de expertos los que han actuado así, pero seguramente por miedo a lo que esa masa le pudiera reprochar.


En mi opinión ha llegado la hora que las hermandades tomen su decisión de manera más profesional y lógica, no imbuidas por la influencia "del qué dirán" y la moda del momento. El caso de los "morenos" o "morenas" es uno, otro es el de las túnicas lisas o bordadas. Los que defienden la túnica lisa lo hacen únicamente argumentando que así "el cristo parece que va andando", curioso que algunos de los que se rasgan las vestiduras con cierto temas cofrades y siempre defienden las teorías proveniente de la Iglesia, en este tema usen un lenguaje más propio de prestidigitadores e ilusionistas, que de lo que indica la liturgia de la Iglesia Católica. Banalizar temas como la liturgia o la conservación del patrimonio nos puede meter en una espiral muy peligrosa.


Foto: Raúl Pajares











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