domingo, 21 de agosto de 2016

Creencias e ideologías

A nadie escapa que a menudo surgen en el mundo cofrade polémicas estériles y dentro de ese grupo general de polémicas, está uno muy específico que es las que están relacionados con temas políticos. Hoy en día tenemos una sociedad que todo, absolutamente todo, lo politiza. Nada más salir a la calle o entrar en una red social vemos como hay quienes solo ven la sociedad desde su punto de vista ideológico y no admiten, o no entienden, que en una sociedad plural los puntos de vista son tantos como individuos haya. Un buen ejemplo lo tenemos en las elecciones de la hermandad de la Lanzada y las impugnación de la persona que ganó las elecciones.

Lo primero que tengo que decir es que si existe una normativa que impide presentarse a Hermano Mayor a alguien con responsabilidad política hay que cumplirla. No sé si Antonio Ramírez tiene algún cargo sindical en la Universidad, es algo fácilmente comprobable y no deberían existir muchos resquicios en este tema. Pero todo ha surgido a raíz que ha ganado las elecciones de forma inesperada, ya que el gran favorito era Miguel Calzado. Antes de las elecciones hubo una impugnación y la secretaria de la hermandad y el Director Espiritual no dieron por bueno la candidatura, pero Palacio, a través de la figura de Antonio Vergara sí la aceptó. Ahora es cuando alguien ha decidió insistir más en el asunto y dar más publicidad. Vamos a ser claros, aquí lo único que hay es una serie de personas que no entienden que un sindicalista pueda ser Hermano Mayor. De hecho no es que no lo entiendan, sino que les duele como si les fuera la vida en ello. Es lo que hemos hablado al principio, la politización y el pensar que nuestro forma de pensar e ideología es la única válida y coherente.

Las pruebas que en nada tiene que ver la ideología política de una persona con sus creencias religiosas, y mucho menos con ser o no cofrade, son evidentes. Quien las quiera ver que las vea. El mundo cofrade es un fenómeno total en el que cabe todo el mundo, pero como siempre digo, los extremos de ambos lados coinciden. Le preguntas a un extremista de izquierdas si uno de los suyos puede ser creyente o cofrade y te dice que evidentemente "No"; le preguntas a un extremista de derechas si uno de los suyos puede no ser creyente o cofrade y te dice que evidentemente "No". Pero eso, casualmente, pasa en España más que en ningún sitio, y la explicación es clara: 40 años de nacionalcatolicismo no pasan en balde. Y si no es así, que alguien me explique porque en España está tan acentuada, en gran parte de la sociedad, esta relación tan brutal entre creencia religiosa e ideología política.

Los libros de historia están ahí para quien quiera leerlo. Se puede ver cómo no hace tantos años, quizás un siglo y medio (nada en la Historia de la ciudad), era más bien al revés. Los sectores más conservadores eran los más reacios a la Semana Santa, mientras que los sectores más progresistas eran los más afines. Actualmente vemos como en zonas como Sudamérica el comunismo es quizás la ideología más cercana entre los creyentes y sería casi imposible una polémica por un Hermano Mayor de izquierdas o sindicalista. Todos los hechos nos demuestran que nada tiene que ver una cosa con la otra y que seguramente quien busque coherencia se equivocará porque esta no existe. Cada uno es coherente consigo mismo y nadie más. El propio Papa Francisco ha dado consignas que irían contra las bases del neoliberalismo tal y como se entiende en España. ¿Son incoherente los neoliberales españoles católicos? ¿Es incoherente el Papa?.


Foto Raul Pajares. De Nazaret a Sevilla

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