domingo, 13 de diciembre de 2015

La lista WATCH y los conventos de Sevilla

Una vez más nos tienen que pegar una colleja desde fuera para ver si espabilamos. Por enésima vez queda en evidencia una de nuestras mayores debilidades, como es la conservación de nuestro patrimonio. Sin entrar en chovinismo baratos, pero diciendo datos lo más objetivos posibles, podríamos afirmar que Sevilla, a nivel conventual, es una de las ciudades más atractivas para atraer al turismo. Además de ser una de las grandes fortalezas que esta ciudad tendría en condiciones normales y donde se encuentran gran parte de los mayores y mejores tesoros de Sevilla.  

Esta semana hemos conocido la lista "WATCH 2016" de la World Monuments Fund (WMF). Esta organización independiente tiene como misión la tutela de los sitios más importantes del patrimonio de todo el planeta. Figurar en la lista de la WMF es una noticia buena ya que es una organización que cuenta con un reconocido prestigio, haber sido incluido en la lista Watch es malo pero, a la vez, es la ocasión perfecta para convertir una debilidad en una fortaleza, ya que la idea es que durante estos dos años esta organización promueva acciones para mejorar el estado de nuestros conventos femeninos.

¿Serán capaces las administraciones públicas de estar a la altura? ¿Se preocupará el Arzobispo del bienestar de las monjas de sus conventos? Vamos a pensar que está vez sí, vamos a pensar que esta vez no nos van a poner colorados como de costumbre, que no van a pasar del tema como se llevaron años pasando de San Leandro aunque se venía abajo, como llevan años esperando el derrumbe de Madre de Dios, o como dejan a la intemperie a las monjas de Santa Inés. Vamos a pensar que esta vez tanto administración como Arzobispado van a estar a la altura y no van a permitir, ni una vez más, que por ejemplo como pasa en Santa Rosalía actualmente, las monjas se vean obligadas a pedir limosna para un bien tan elemental como la calefacción.

Si nos vamos a la raíz de este problema, en mi opinión, nos encontramos dos factores que hacen que a nadie le importe el patrimonio de esta ciudad ni el bienestar de las monjas de esos conventos. Por un lado tenemos que con una buena conservación diaria es más difícil llegar a una situación extrema y eso quita la posibilidad de salir como salvadores del monumento y hacerse la foto, algo que gusta tanto a los políticos de chaqueta como a los de sotana. Por otro lado, y es un tema del que hemos hablado más de una vez por aquí, en este ciudad parece que todo se mueve por el compadreo, las monjas de Santa Rosalía nunca se tomarán unas croquetas en Casa Ricardo con nadie de esta gente que tiene que resolver problemas, y claro, sin croquetas y cervezas de por medio es mucho más difícil que a uno le echen cuenta en la ciudad de la ojana y el compadreo.


Foto: ABC

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