lunes, 27 de mayo de 2013

Una Cruz de Mayo de las de antes

El otro día oía decir que la esencia de las cruces de Mayo debía cumplir tres requisitos:
    • Ir por la acera
    • Cruzar por los semáforos
    • Y que los componentes del cortejo sean menores de edad
     Hoy vamos a hablar de una Cruz de Mayo de la ciudad de Sevilla que año tras año ha ido creciendo sin perder nunca la esencia de esos tres requisitos. Hace 8 años un joven cofrade sevillano llamado Samuel con tan sólo 8 años de edad era el encargado de sacar su pequeña Cruz de Mayo por las calles de su barrio. Anterior a esto la cruz de Mayo era una caja de zapatos, lo que podemos considerar el germen de la actual corporación. Esa salida del 2005 fue un recorrido breve pero intenso donde ninguno de los protagonistas pasaba de 10 años y que con mucha ilusión y alguna ayuda paterna lograron completar una vuelta a la manzana.

 Cruz de Mayo en 2005

     Mucho han crecido desde entonces tanto Macarena, Inés, Alfonso, Ale, Javi, los dos Manu, los dos Pablo, Alejandra, Márquez, Paula, Sonia, María, Richard, Víctor, Julio, Piedad... como las dimensiones de sus pasos, de esa primera cruz de mayo donde sólo cabía un costalero de 8 años se ha llegado a un paso sensiblemente más grande llevado por 4 adolescentes de 16 años. Y también ha crecido el recorrido que realizan cada año. De la vuelta a la manzana se ha pasado a visitar, durante estos años, las Iglesias de la Sed, Colegio Sagrado Corazón, Iglesia de la Milagrosa o el Hospital de San Juan de Dios. Además ya vienen apretando fuerte la nueva generación: Ángel, Carlos, Yuri, Nora, Martín, María, Lucía...

2005. Colegio Sagrado Corazón. (Foto http://cruzdemayodeciudadjardin.blogspot.com.es/)

      Son múltiples los detalles que esta Cruz de Mayo tiene y algunos me atrevería a decir que sólo los podemos ver aquí, como por ejemplo ser el único Senatus Hispalense que procesiona en la ciudad o una cruz de guía inspirada en la del Gran Poder y la Exaltación. Este año el estreno más importante era el de una insignia conmemorativa del año de la Fe.

 Insignia del Año de la Fe

Senatus Hispalense

        Como es habitual ya cada último Sábado del mes de Mayo, en las inmediaciones de la Gran Plaza se respiraba ambiente cofrade cuando llegaron las 19.00. Un año más los integrantes de la Cruz de Mayo de Ciudad Jardín fueron fieles a su cita y volvieron a lucirse por las calles de su barrio. En este 2013 las dos visitas principales que había prevista eran al Hospital de San Juan de Dios y la Parroquia de la Milagrosa. Sin lugar a dudas el momento más emotivo de la salida fue delante de los enfermos y personal del Hospital. A los pies de la escalinata se encontraba un altar con la figura de San Juan de Dios, lugar donde se colocó el ramo de flores con el cual la Cruz de Mayo de Ciudad Jardín rendía merecido homenaje a tan extraordinaria orden. También el Vice-superior de la orden, el hermano Angel Santiago, obsequiaba a Samuel con un colgante de la orden de San Juan de Dios y con lazos para todos los miembros del cortejo.

 Foto con el hermano Angel Santiago en San Juan de Dios

Ofrenda floral a San Juan de Dios

     Con las energías renovadas por el emotivo acto, la Cruz de Mayo tomó dirección a la Iglesia de la Milagrosa. El recorrido no era fácil para unos nóveles del costal, a pesar de lo cual lograron salvar con bastante pericia todos los obstáculos que se encontraban en su camino en forma de ramas de árboles, estrecheces etc etc. A la hora indicada en el itinerario oficial llegaba a la Iglesia de la Milagrosa, donde se produjo el encuentro con la Cruz de Mayo de los Beduinos de Ciudad Jardín. Fueron ellos los que recibieron el segundo ramo que llevaba preparado la Cruz de Mayo de Ciudad Jardín. Tras unos momentos de intercambios de “estampitas” entre ambas corporaciones y el rezo de un padre nuestro, las dos emprendieron su camino de regreso.

Cruces de Mayo de Ciudad Jardín y Beduinos

     Caía ya la noche y la luna llena se asomaba a la Gran Plaza porque tampoco se quería perder el acontecimiento, la Cruz de Mayo enfilaba el último tramo de su recorrido, las fuerzas debajo del paso eran pocas pero las ganas era aún mayor que la de aquellos niños de 8 años que empezaron a procesionar por Ciudad Jardín hace ya casi una década. Esta vez las ayudas no venían de los más mayores sino de los más pequeños que con ilusión empiezan a descubrir este mundo.

Ayudando a llevar el peso

     Ya en el umbral de su sede los costaleros hicieron un último esfuerzo y deleitaron a su fiel y entusiasta público con numerosas salidas, a modo de saludo, a los sones de la marcha real, a pesar que las dimensiones de la puerta eran más bien justas.

 Entrada

*pdta. Aunque el artículo esté centrado en una Cruz de Mayo, me gustaría que sirviera de homenaje para todos aquellos niños que durante este mes nos recuerdan con sus cruces que “La Pasión no para...ni va a parar”

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