domingo, 31 de enero de 2021

Los enemigos de la Semana Santa

Estamos acostumbrados a que una vez pasaba la Navidad la información cofrade va en aumento. Eso tenía lógica hasta el año pasado, porque la Semana Santa se acercaba. Este año no tendremos Semana Santa, sin embargo parece que esa rutina de generar noticias en este periodo sí se ha mantenido. En vez de hablar de cambiar de itinerarios o convivencias de diputados mayores de gobierno para arreglar la jornada, hablamos de exposiciones, altares de insignias e informaciones adyacentes, como la del mural del Hospital Virgen Macarena.

Hace unos días la organización Sevilla Laica emitió un comunicado, desafortunado desde mi punto de vista, donde denunciaba el mural en el que siete artistas han representado diversos perfiles de la Esperanza Macarena. Como tantas organizaciones y partidos de este tipo fallan en algo tan sensible y difícil de evaluar como son los matices. En 2021 una representación pictórica de la Macarena no rompe ninguna acofensionalidad, puesto que se trata de un símbolo de la ciudad, que para algunas personas, en el ejercicio de su libertad de conciencia, será una representación de la Virgen, pero para otros muchos es simplemente un icono más del territorio donde habitan. Lo que se ha hecho en el hospital es una mera expresión artística, no un oratorio.  

Nos estamos acostumbrando a que las voces que más se escuchen sean siempre las de los extremos, con el peligro que eso conlleva. Porque si el comunicado de esta entidad era de un extremo, parece que a los que más se han escuchado en su contra son del otro extremo. Personas que prácticamente piden un estado teocrático y que se llenen de crucifijos los edificios públicos. Se ha llegado hasta a amenazar de muerte a los que simplemente han expresado una opinión. ¿Estamos locos o qué? En medio de todo esto estamos una inmensa mayoría de ciudadanos que empezamos a estar asqueados de que cualquier tema, por nimio que sea, sea convertido en una cruzada tantos por unos como por otros. 

A Sevilla Laica le han contestando famosos columnistas, editoriales populistas y periodistas que habitualmente lo que buscan es decir lo que diga la mayoría para obtener el aplauso fácil. Y la jauría de las redes sociales, claro, esa que no falte nunca. Contra una organización muy pequeña e indefensa han sido muy valientes. Delante del débil alzan la voz y sacan el pecho, cual coraza de 'Armao', saben que no corren riesgo, de ese cachorrillo que es Sevilla Laica no pueden recibir ningún tortazo. Sin embargo, da la casualidad que estos días hemos vuelto a tener noticias de Palacio. A través del medio preferido de la archidiócesis, el Twitter, emitía un comunicado donde se atacaba directamente a las cofradías. El resumen era que las hermandades molestamos. ¡Ni altar de insignias se puede poner, oiga! 

A pesar de esta evidente injerencia en el mundo cofrade, los mismos columnistas, editoriales, periodistas y twitteros, que hablábamos antes, han metido el pechito para dentro y han bajado la voz a los niveles del botón "mute" de tu televisor. Se han empequeñecido ante el lobo feroz de la Plaza Virgen de los Reyes. Ahí sumisión, rodilla en tierra y beso en la mano, aunque la respuesta de éste sea continuamente la patada en la cara. La semana pasada hablamos de la etiqueta #LaCruzPrevalece. Me pregunto, ¿Ya no prevalece una Cruz de Guía o Alzada, por ejemplo? Estoy convencido de que si esta injerencia hubiera venido de la Plaza Nueva en vez de Palacio, la reacción habría sido muy diferente. Mal vamos si permitimos que conviertan a nuestras hermandades en marionetas del que mira sólo por sus intereses y no por el nuestro. "Los dos enemigos natos de la Semana Santa sevillana son el cardenal y el gobernador, el representante de la Iglesia y del Estado". Recuerden. 


*pdta Aviso para navegantes, como ya nos empezamos a conocer todos, advierto una cosa por si alguien no se ha dado cuenta. Los términos cachorrillo, lobo feroz y patada en la cara son metáforas. 

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