miércoles, 6 de mayo de 2020

La Sevilla del futuro (I)

Hace seis meses se hablaba que la crisis que nos afectaba era la climática. Más que fundamentada en datos y evidencias, es obvio que es el problema más preocupante que tiene la sociedad en su conjunto en esta época. No podemos seguir, de ninguna manera, con el mismo modelo y sistema que nos estaba llevando a tiranos por el desfiladero. Hoy, aunque nadie habla de ello, porque sólo hay un monotema, la crisis climática sigue latente. Ahora se le han unido otras dos crisis que hace seis  meses no estaban tan presentes: sanitaria y económica. ¿Cómo afecta esto a Sevilla?

Sin duda, el modelo de Sevilla tiene que cambiar ya. Casi por imperativo legal. Aunque algunos lo veníamos reclamando desde hace mucho tiempo, la ciudad tiene que transformase en un territorio más saludable, más seguro sanitariamente y que genere otro tiempo de riqueza. No deberíamos ver nunca más reurbanizar una plaza como la de Esperanza Macarena y convertirla en un páramo de cemento sin sombra. No deberíamos volver a ver una peatonalización aislada, sin conectar, como va a pasar en muy pocos días en la calle Mateos Gago. Debería haber pasado a mejor vida que la actividad económica de Sevilla se base exclusivamente en regularizar cada día decenas de apartamentos turísticos y hoteles. Se acabó. Eso a partir de ahora no va a servir. 

Todos los analistas están indicando que el mundo va a cambiar. Parece además algo razonable, cuando vemos que el sistema anterior ha desembocado en tres fuertes crisis a la vez (climática, sanitaria y económica), que además entre ellas tienen nexos. Si el mundo va a cambiar, Sevilla tiene que hacerlo, indudablemente. Sería un suicidio pretender seguir, igual cuando nada va a ser lo mismo. Es como estar jugando una partida de parchís, que de repente ten cambien el tablero por uno de ajedrez, y pretender seguir jugando con las piezas del parchís en el tablero de ajedrez. 

Llegados a este punto, llega la pregunta clave ¿cómo adaptarnos a los nuevos tiempos desde un punto de vista geográfico y urbanístico? La cuestión no tiene una sola respuesta y vías para llegar a buen puerto hay varias. Sí deberían señalarse unos hitos innegociables, que fueran los que marcaran el camino a seguir. En próximos artículos veremos cómo puede ser el modelo para confrontar las amenazas climáticas, sanitarias y económicas.


Foto: Diario de Sevilla

1 comentario:

  1. Se agradece leer algo así estos días. Creo que nos falta consciencia de que el problema al que nos enfrentamos no es una pandemia que llega así sin más, efectivamente la crisis climática y el deterioro medio ambiental tienen que ver con esta situación. Y hay que ponerle remedio, pero mirando más allá de que se erradique la enfermedad lo antes posible para poder salir a la calle a gastar dinero. No podemos volver a la "normalidad antigua" si eso supone que mantengamos el expolio de los recursos naturales al mismo nivel que hasta ahora lo hemos hecho.

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