domingo, 26 de julio de 2015

De campanas, golpistas y muñecos

Hace no mucho tiempo oía decir a Carl Berstein, uno de los periodistas que destapó el caso Watergate, que la gente no está tan interesada en la verdad ahora como antes.Realmente no puedo estar más de acuerdo con esta frase y es una percepción que modestamente yo tengo también. Esta misma semana hemos tenido un ejemplo muy claro en esta ciudad y más concretamente en el mundo cofrade, aunque es algo que me atrevería a decir pasa en cualquier ámbito y todos los días. De golpe y porrazo nos han bombardeando con la palabra "muñeco", "campanas", "Queipo de Llano"... y muchos han entrado al trapo y se han posicionado en un lado como si el pack no fuera indivisible y las cosas no se pudieran analizar una a una. Todas las noticias estaban entorno a la figura de Daniel González Rojas.

A decir verdad, de actualidad eran las campanas de San Gonzalo y Queipo de Llano, lo de muñeco fue una artimaña sacada por quienes comparten profesión con Berstein pero están a años luz de su talento periodístico. De quienes utilizan el periodismo de investigación (si es que lo que han hecho se puede llamar así) para enfangar en vez de para descubrir la verdad. Como yo no voy a comprar el pack vamos a desgranar las noticias una a una. 

Por un lado tenemos el tema de las campanas de San Gonzalo y la queja de los vecinos. Evidentemente un ruido de unas campanas es algo molesto para quienes viven cerca, si este además va unido a vibraciones puede ocasionar serios problemas en el bienestar de los vecinos. Es obligación de un concejal tramitar esta queja y en la medida de sus posibilidades proponer una solución y ejecutarla. Al parecer el párroco ha cedido y ya sólo tocan para misa y el Ángelus. Si los vecinos ya no están molestos, perfecto, todos contentos. No hace falta ni derrumbar la torre como promovían los más radicales de un lado, ni tocar cada 15 minutos y más fuerte como promovían los radicales del otro lado. Otro tema es el de Queipo de Llano, personalmente pienso que debía ser sacado de la Basílica de la Macarena. Un hombre que causó tanto daño a la población no merece una honra de ese tipo, pero ya sabemos que a Sevilla le gusta honrar a sus villanos, por ejemplo en este caso o dándole una de las plazas centrales a quien bombardeó la ciudad.

Y luego está el tema de la recuperación de tuits de hace dos años y lo que estos decían. Es inadmisible que una persona tenga la ideología que tenga falte al respeto a muchas. Es verdad que por aquel entonces González Rojas no era concejal pero eso da igual, es una cuestión que las personas nos debemos respeto. Además me da la sensación que Daniel González Rojas es bastante medroso y bipolar. Por un lado suelta lo de muñeco sabiendo que lo dice con intención ofensiva, luego no es valiente para reconocerlo y acude a la definición de la RAE para defenderse, como si el lenguaje no dependiera del tono con el que se dicen las cosas. Además ahora que ha salido esta polémica es entrevistado en medios cofrades y dice que lo que sale en la Semana Santa son obras de arte. Lo dicho, medroso, o como diríamos más claramente por aquí: un "cagón".

En el fondo Daniel ha comprado ese cuento absurdo que muchos ultrarancios y ultraprogres nos intentan vender cada día. El cuento que dice que la Semana Santa es una cosa de derechas. Precisamente él que dice ser cofrade y de izquierdas debería defender una Semana Santa de todos, de hecho en algunas de la entrevistas se lo he leído esto, lo que no es coherente entonces es atacar de manera tan gratuita a quienes ven la Semana Santa desde un punto de vista religioso y posicionarse en el lado más ultraprogre que intenta expulsar a muchos del mundo cofrade.  


Foto: Sevilla Directo



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