domingo, 19 de octubre de 2014

Año Teresiano

Durante el próximo año la Iglesia va a celebrar el llamado año teresiano. Mucho se hablará sobre Santa Teresa de Jesús, sus obras literarias, sus acciones y sobre todo lo que le une a la orden carmelita. En España tiene bastante arraigo esta orden, y no digamos ya la advocación del Carmen, la cual es patrona de un gran número de municipios del país, especialmente en zonas costeras. En Sevilla tenemos varias imágenes con esta advocación y precisamente ha sido una de ellas la elegida para realizar una coronación express, quizás la de más valía artística.

Pero hoy no quiero hablar del tema de las coronaciones, el cual me reservo para más adelante y así desmontar algunas de las cosas que no por decir mil veces el grupo de personas de siempre se va a convertir en verdad. Hoy nos vamos a centrar en la figura de Santa Teresa, una mujer cuya mentalidad era más avanzada, hace 500 años, de lo que hoy en día es la de la mayoría de los neorancios. Muchos de ellos van a citar con admiración a Santa Teresa durante este año, pero la gran mayoría de esas personas habrían ido, antorcha en mano, a quemarla si hubieran sido coetáneos de ella.

Santa Teresa se caracterizó por dos cosas: su amor a Dios y su lucha contra las injusticias, principalmente la injusta situación de la mujer en aquella época. Tuvo problemas con la Inquisición por decir cosas tan irreverentes como que el mundo tenía a las mujeres acorraladas. También luchó contra la censura de la Inquisición y sus salvajes métodos y actitudes. Se la acusaba de espíritu visionario, de entremetimiento ilegítimo en la conciencia y en la vida de sus monjas, de difundir falsas doctrinas sobre la oración mental, aprendidas en libros de alumbrados...Tuvo problemas con la Inquisición de Valladolid, Córdoba y Sevilla. Especialmente difícil le resultó crear un Convento de las Descalzas aquí en Sevilla. Ella misma escribió esto sobre la ciudad:

"Nadie pudiera juzgar que en una ciudad tan caudalosa como Sevilla y de 
gente tan rica había de haber menos aparejo de fundar, que en todas las partes 
que había estado. Húbole tan menos que pensé algunas veces que no nos 
estaba bien tener monasterio en aquel lugar. No sé si la mesma clima de la 
tierra que he oído siempre decir los demonios tienen más mano allí para tentar, que se la debe dar Dios, y en esta me apretaron a mí, que nunca me vi más 
pusilánime y cobarde en mi vida que allí me hallé"

En Sevilla se encontró dificultades varias, la más fuerte provenía del arzobispado. Cristobal de Rojas y Sandoval, arzobispo de la ciudad, le había animado a que abriera un convento aquí en Sevilla. Una vez que vino dispuesta a formarlo, sólo le puso problemas y dificultades. Quizás por eso dijo lo de sentirse pusilánime. Y es que, en mi opinión, lo que Santa Teresa de Jesús no supo definir en una palabra, hoy cualquiera lo sabemos definir: el arzobispo de Sevilla era un "ojaneta". Con todo, al final Santa Teresa pudo crear el convento y, gracias al esfuerzo de las monjas Descalzas, este fue cogiendo fuerza y prestigio. 

A modo final me gustaría dejar una pregunta para que toda persona que se considere católica reflexione si lo estima oportuno. Hemos visto muy someramente como toda una Doctora de la Iglesia, en su momento, fue muy critica con el modus operandi y con algunos aspectos de la institución. Aparte del contexto y los medios (cambiemos siglo XVI por siglo XXI e Inquisición por su homologo moderno: Twitter), si sabemos que muchos religiosos a lo largo de la historia han alzado la voz para conseguir un mundo más justo ¿Es de recibo que religiosos actuales como el propio Papa o Sor Lucia Caram reciban insultos públicos o menosprecios de los propios católicos, por decir cosas que están mucho más próxima a los evangelios que lo que otros dicen desde los púlpitos?








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