martes, 27 de mayo de 2014

Timelines que dan miedo

La facilidad que tiene el sevillano para buscar con su crítica el hacer daño es algo bastante preocupante. Evidentemente cualquiera tiene el derecho a opinar sobre lo que le venga en gana y sí, la Macarena entró dos horas y media tarde en la Catedral; sí, la Macarena podría haber aligerado el paso si hubiera querido; sí, la Macarena entró a esa hora porque sencillamente es a la hora que quisieron entrar. Todo eso es verdad, y son hechos tan sumamente objetivos que no creo que nadie pueda rebatirlo pero mi pregunta es ¿Y donde está el problema? La Virgen entró entorno a la 1.30 de una Sábado por la noche, no a las 4.00 de un Martes. A esa hora, y más en la Sevilla calurosa de Mayo, hay una gran parte de la población en la calle. De hecho, hasta la última chicotá la masa de gente que acompañaba al palio era espectacular.

Dentro de los que podríamos decir que es una crítica constructiva, sin insultos ni faltas de respeto hacia nadie, pienso que la hermandad cometió un error al publicar unos horarios que seguramente sabía que no iba a cumplir. Si los horarios publicados se hubieran ajustado más a la realidad seguramente se habría evitado algunas de las criticas vertidas ayer, otras no, porque los aburridos tuiteros ya pensarían en otro frente de ataque y discrepancia. 

Algunos el Sábado en Twitter les iba a dar algo y como es habitual en ese moderno corral de vecinos que es la red social del pajarito pasaron de lo que podía haber sido una critica lógica y constructiva al insulto y la falta de respeto. Como pedir es gratis, se pedía que la Catedral no le abriera las puertas a su devoción más universal (ex aequo con el Gran Poder), se pedía que rodaran cabezas e incluso se pedía que vinieran nubes repentinas y descargaran sobre el palio. Algunos pierden los papeles con estos asuntos y convierten su timeline en algo que no tendría muchas diferencias con el timeline de un abertzale de Guetxo opinando sobre la Macarena. ¿De verdad aman esta fiesta? ¿De verdad saben lo que es devoción? 

Fueron dos horas y media de más las que estuvo la Macarena sobre el horario previsto. Dos horas y media que son una insignificancia si la comparamos con las horas de un año, un mes, una semana y si me apuran incluso un día. Dos horas y media que a nadie perjudican. Pero en esas dos horas y medias que la Esperanza estuvo en la calle hizo que muchos pudieran disfrutar de Ella. Al paso de la Virgen si uno se fijaba en los rostros de la gente ve que en esas miradas hay mucha sinceridad, son miradas que buscan un consuelo, una petición o un momento de alivio ante quien tiene depositada toda su Fe. Dos horas y media en la vida de esta ciudad son nada pero seguro que las personas que en esas dos horas y media pudieron disfrutar de su madre lo recordarán toda la vida. Fueron dos horas y media de más, sí, pero en la ciudad donde los corazones palpitan al ritmo del trio de "Pasa la Virgen Macarena" no podemos debemos exigir a nadie que nos quite la Esperanza.




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