jueves, 19 de diciembre de 2019
domingo, 15 de diciembre de 2019
La accesibilidad de los besamanos
El mes de diciembre es el mes donde una parte importante de las dolorosas están en besamanos. Entre el puente de la Inmaculada y la festividad de las Esperanzas hay muchas priostías que es ahora cuando acumulan un gran trabajo. Cada vez más, este culto se ha convertido en un "pique" de haber quien lo pone más vistoso y bello. Eso en sí no es malo, más bien todo lo contrario, es una forma más de honrar a nuestras imágenes.
Pero aparte de ese aspecto, más de cara a la galería, sí hecho en falta que las hermandades tengan en cuenta a personas con discapacidad, por ejemplo. En una sociedad donde ya rechina mucho el edificio que mantiene barreras arquitectónicas o no es accesible, el mundo cofrade se está quedando atrás. Sé que es algo muy complicado, pero también lo es el diseño de algunos altares de culto, hechos, en algunos casos, con herramientas informáticas propias de estudios de arquitectura, sin embargo, ahí están, se consigue con tesón, esfuerzo y creatividad. Por qué no aplicar estas mismas aptitudes para hacer besamanos y besapiés accesibles.
Quizás sea recomendable hablar menos del aspecto superfluo del besamanos y empezar a hablar más de cuestiones prácticas, que a día de hoy alejan a algunos cofrades de este culto. Presionar a las hermandades para que cualquier hermano o devoto pueda tener las mismas facilidades, ya vaya en silla de ruedas, con bastón o con algún impedimento físico. Una de las mejores obras sociales sería no alejar a esa persona. Es mucho más importante que todos puedan llegar al pie o mano de una virgen o cristo y no es tan transcendental cuantas velas componen el altar o que ha puesto el prioste como fondo. Estoy convencido que si se generara un debate público sobre este tema, las hermandades se esforzarían mucho más y se lograrían besamanos tan bellos como accesibles.
Pero aparte de ese aspecto, más de cara a la galería, sí hecho en falta que las hermandades tengan en cuenta a personas con discapacidad, por ejemplo. En una sociedad donde ya rechina mucho el edificio que mantiene barreras arquitectónicas o no es accesible, el mundo cofrade se está quedando atrás. Sé que es algo muy complicado, pero también lo es el diseño de algunos altares de culto, hechos, en algunos casos, con herramientas informáticas propias de estudios de arquitectura, sin embargo, ahí están, se consigue con tesón, esfuerzo y creatividad. Por qué no aplicar estas mismas aptitudes para hacer besamanos y besapiés accesibles.
Quizás sea recomendable hablar menos del aspecto superfluo del besamanos y empezar a hablar más de cuestiones prácticas, que a día de hoy alejan a algunos cofrades de este culto. Presionar a las hermandades para que cualquier hermano o devoto pueda tener las mismas facilidades, ya vaya en silla de ruedas, con bastón o con algún impedimento físico. Una de las mejores obras sociales sería no alejar a esa persona. Es mucho más importante que todos puedan llegar al pie o mano de una virgen o cristo y no es tan transcendental cuantas velas componen el altar o que ha puesto el prioste como fondo. Estoy convencido que si se generara un debate público sobre este tema, las hermandades se esforzarían mucho más y se lograrían besamanos tan bellos como accesibles.
martes, 10 de diciembre de 2019
Suscribirse a:
Entradas (Atom)