domingo, 16 de diciembre de 2018

La reforma imparable de la carrera oficial

Esta semana tuvo lugar en las dependencias de la Hermandad de Los Estudiantes una interesante charla sobre la reforma de la carrera oficial. En ella participaron los ex hermanos mayores José María Cuadro, José de Ancá y Alfredo Flores junto a Mariano Ruiz-Berdejo, jefe de la policía local de Sevilla. Conociendo las posturas de los ponentes y viendo algunos de los extractos que los medios han sacado, parece evidente que cada vez hay más personas que se están dando cuenta de la realidad. La reforma integral de la Semana Santa va a llegar. La pueden postergar dos, tres o diez años, pero al final el peso de la realidad aplastará a los inmovilistas.

Es ridículo seguir defendiendo la teoría del "esto es así, porque ha sido así toda la vida de Dios". De toda la vida de Dios no tenemos absolutamente nada en la Semana Santa. Al igual que cambiar algo que funciona es perjudicial, también lo es querer vivir en un inmovilismo absurdo y dañino o negar algo tan evidente como el peligro y los problemas que crea la actual carrera oficial. No hay una sola persona cabal que vea lógico el trazado, máxime si sabe la procedencia de las hermandades de hoy en día. Ni una sola persona, que no esté cegada por el inmovilismo, puede comprender como no se ejecutan opciones objetivamente mejores.

Las hermandades del Martes Santo abrieron una pequeña puerta - ni si quiera lo suyo debería ser tratado como la medida única a tomar - pero lo que no cabe duda es que el Martes Santo 2018 fue mil veces mejor que el de 2017, y un millón de veces mejor que el Domingo de Ramos, Lunes Santo o Miércoles Santo de 2018. Creo que es hora que alguien le diga a Francisco Vélez que no intente estirar más el chicle de su supuesta "oferta" a los hermanos mayores del Martes Santo, que todos sabemos que es otra farsa de la que él, como miembro del Consejo que fue con Arenas, Bourrelier y Sainz de la Maza, sabe bien: no solucionar ningún problema y esperar que llegue enero para decir que no ha dado tiempo, que ya el año que viene lo solucionamos. Así año tras año, década tras década, desde los años 60 y 70 del pasado siglo.

Es evidente que tal propuesta no existe, porque de existir la habría dicho cuando estaba en campaña, para así ganarse los votos de los hermanos mayores. Su propuesta, seguramente, sea algo muy parecido a 2017 y en el mejor de los casos será mejorar a dos o tres hermandades en perjuicio del resto, para ver si así rompe la unión de la jornada. Algo que sería una indecencia manifiesta, ya que su labor es buscar el bien de las hermandades y su unión - cosa que ya ocurre en esta jornada - y no promover vueltas al pasado con un Martes Santo caótico, de entradas en la madrugada y peligros de seguridad en varios puntos de la ciudad. Si los hermanos mayores se mantienen igual de firmes, ganarán al final la batalla; si alguno de ellos cediera a las presiones, quedaría como un traidor y tendría muy difícil poder mirar a los ojos de sus compañeros. En caso de lograr la ruptura de la jornada, Francisco Vélez quedaría como el enésimo presidente del club privado que antepuso su ego a los intereses de la ciudad, algo que por otra parte no va a coger a nadie de nuevas, sabiendo, como sabemos, como se suele actuar por la calle San Gregorio.


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