domingo, 24 de octubre de 2021
¡Es Sevilla, imbécil!
Los
días que estamos viviendo entre el 16 de octubre y el 6 de
noviembre van a quedar - a buen seguro - en la memoria colectiva
de gran parte de los sevillanos. En su expresión máxima de
fenómeno total ya nos ha dejado historias, fotografías, hechos,
serendipias... que serán recordadas en las próximas décadas. Y eso
que todavía esto no ha hecho nada más que comenzar, como quien
dice. Ya sabemos la devoción que una señora de Los Pajaritos le
profesaba al Señor de Sevilla, cómo por sólo cuatro meses no pudo
cumplir uno de sus sueños, que era verlo en la parroquia de su
barrio, cómo su hijo cogió la foto de su madre para que ella
estuviera presente y sin duda lo estaba, porque más allá de la
foto, ella estaba en el recuerdo de los seres que en vida le
quisieron. Quien quiera entender la Semana Santa que lea a Hume o
Spinoza, Descartes aquí no tiene cabida.
Pero
esta salida extraordinaria del Gran Poder también es un tortazo a
quienes cierran los ojos día tras día. A Sevilla y los sevillanos
NO los encontramos en la Cuesta del Bacalao, Plaza del Triunfo o
calle Sierpes. Eso es un atrezo institucionalinalizado para atraer
dinero. La realidad, lo que no es atrezo, es Tres Barrios, Pino
Montano, Macarena Norte, San Pablo, Torreblanca, Alcosa. Polígono
Sur... En los bloques hay más realidad que sobre los adoquines de
Gerena o Quintana de la Serena del centro y Triana. Muchos tienen
que abrir Google Maps para llegar a la calle Codorniz, por
ejemplo, sin embargo al centro comercial de Los Arcos, a escasos
100 metros, llegarían con los ojos cerrados. No es un dato simple,
es Geografía Urbana en estado puro.
Las
sociedades son mejores en tanto que consigan tener poca
desigualdad entre sus habitantes. En Sevilla no hace falta tener
ni una gran barrera urbanística (vías de tren, autovías...), con
una avenida con numerosos semáforos para cruzarla sobra para
mostrar las diferencias entre vivir en Alejandro Collantes o la
Plaza del Zodiaco. Y no es un hecho aislado, urbanísticamente muy
similar ala Ronda del Tamarguillo es la Palmera y la desigualdad
aún mayor también la tenemos Bami/Polígono Sur y Los Bermejales.
Estas diferencias llegan después de décadas de pésimas políticas
urbanísticas, dejación institucional, social y mediática y
ausencia total de un modelo de ciudad. Dentro del aspecto
mediático esta semana el diario ABC - en sus diferentes formatos -
ha dado una masterclass de cómo la opinión publicada tiene su
cuota de culpa. En sus más de 100 años de historia, Tres Barrios
jamás ha preocupado ni al ABC ni a su línea editorial. Más bien al
contrario, siempre lo han usado como herramienta de ataque cuando
les convenía. Su subdirector, Alberto García Reyes, escribía hace
unos meses un artículo execrable, donde culpabilizaba a las
victimas y mostraba su más profundo desprecio por ellas. Era una
muestra evidente de un clasismo repugnante. Ahora, como quien va
allí es la Hermandad del Gran Poder, sí le interesa defender a Los
Pajaritos como atrezo - como obra - y para ello usa de fondo el
debate sobre la túnica del Gran Poder. Curiosamente hablando en
tercera persona de idiotez, frikismo, frivolidad y "paparruchá";
supongo que la liturgia, la iconografía y lo espiritual será dar
el pregón que él dio por el cierre de una calentería ('agrupa
guapa' tocando a todo lo dé que no falte). Eso sí, el negocio debe
ser del Postigo, si es de Torreblanca ya tal.
Ese
clasismo también lo vemos en otros medios como El Llamador y en
periodistas vinculados normalmente a Canal Sur o ABC, donde tratan
a los sevillanos de Tres Barrios como si fueran seres exóticos. Se
han sorprendido que existan bloques con desconchones o que la
gente tienda en el único cordel que puede. Algo que gran parte de
los sevillanos tenemos asumido como cotidiano, pero como decía
antes, el problema no es de ignorancia, sino de clasismo e
ideología, tan preocupado suelen estar de si mismos con el
adjetivo "individual" que son desconocedores absolutos (o
desprecian) de la sociedad en la que viven.
Estos
días el papel de Juan Espadas y su equipo de gobierno también está
quedando en evidencia (one more time). El futuro candidato
a presidente de la Junta también ha descubierto Tres Barrios.
Ahora han mandado al servicio de limpieza a la zona y han puesto
presencia policial casi 24/7. Ahora. En tres semanas volverán a la
rutina de abandonar a su suerte a esos sevillanos. Como única
acción de trabajo seguirán poniendo apartamentos turísticos y
hoteles en el centro, esta vez sí, 24/7. Sin modelo de ciudad
ambicioso, funcional y diversificado es imposible que muchos de
los barrios de Sevilla tengan futuro. Y eso es lo mismo que decir
que Sevilla, como ciudad y sociedad, no tiene futuro.
Publicado
El Preste
en
10:30
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Etiquetas:
Opinión
Ubicación:
Sevilla, España
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