martes, 21 de agosto de 2018

Conventos y cofradías: conventos de Triana


- Convento del Espíritu Santo

Situado en las actuales calles Betis y Luis de Cuadra. La primera noticia directa que se tiene de la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza es en 1565, fecha en la que estaba asentada en este convento. Por fuentes indirectas se cree que la hermandad podía existir desde dos o tres décadas antes. En el convento de las monjas Mínimas, en el 1608, se funda la Hermandad de las Tres Caídas de Cristo. En un primer momento se llamó de la Exaltación de Cruz y Nuestra Señora de la Salud, pero por un pleito con la Hermandad de la Exaltación tuvo que cambiar la advocación. En 1616 se traslada al convento del Espíritu Santo y por mandato del provisor se fusiona con la de Nuestra Señora de la Esperanza. Esta fusión conlleva una diversificación de hermanos, siguen los relacionados con el mar, pero se unen artesanos, escribanos y otras profesiones, aunque siempre vinculados con el barrio de Triana. Tanta estabilidad tenía la corporación que en 1676 obtiene la cesión de una capilla en la iglesia del hospital, cesión de la Hermandad de San Cayetano. El 16 de marzo de 1736, y después de tener un pleito con los monjes hospitalarios, que no querían que se marchara e incluso adujeron que la capilla y el Cristo de las Tres Caídas eran de su propiedad, la hermandad se traslada a la iglesia parroquial de Santa Ana.


En 1753 los gitanos de España vivían una situación difícil, debido a las persecuciones y encarcelaciones que sufrían. En Triana, un grupo de ellos, deciden fundar una hermandad en el convento del Espíritu Santo, pero el prior no lo permite, porque se esperaba que la Hermandad de la Esperanza de Triana volviera a este lugar, algo que finalmente no sucedió. Incluso se llegaron a redactar unos estatutos que obtienen la aprobación del provisor. En esos estatutos se indica que la estación de penitencia debe realizarse a la iglesia parroquial de Santa Ana, como era normal en las corporaciones trianeras. En 1754 será cuando se instalen en el convento agustino del Pópulo.


Foto: Blog “Esa Sevilla”

- Convento de San Jacinto

Durante la Revolución de 1868 la Hermandad de la Esperanza de Triana se vio desposeída de su capilla, quedando las imágenes - sin apenas culto - en la iglesia de San Jacinto. Es ahí cuando el 2 de mayo de 1898 vive una de los hechos más tristes de su historia, el incendio que afectó a la imagen de la Esperanza, "quedó con todo el rostro carbonizado y una de sus manos". Se pretendió “restaurar” la imagen siguiendo lo más fidedignamente posible la fisonomía de la imagen perdida, obra que le fue encomendada a Gumersindo Jiménez Astorga. El Viernes Santo de 1962 sale por última vez de San Jacinto, finalizando su estación de penitencia en su actual sede de la calle Pureza.


Besamanos de la Esperanza en San Jacinto. Foto: Hermandad

La Hermandad de las Aguas fue fundada en 1750 en este convento. Durante su estancia en el templo vivió épocas de crisis y de auge. La hermandad sufrió el cierre de su sede durante el convulso XIX, pero en 1876 se reabre, siendo los rectores del mismo los que impulsan de nuevo a esta hermandad y a La Estrella. En 1909, con la vuelta de los dominicos, las relaciones empiezan a empeorar, hasta el punto de sufragar una reja para aislar su altar del resto del templo. El 29 de octubre de 1942 un incendio fortuito en el altar dio lugar a la pérdida de imágenes y enseres. Con esto termina la relación de la hermandad en este lugar, ya que se decide el traslado a San Bartolomé.


Misterio de las Aguas a finales del siglo XIX

Importante es también el paso de la Hermandad de la Estrella por el templo dominico. La hermandad había sido fundada en el convento de la Victoria. La llegada a San Jacinto se produce en 1835, cuando la desamortización de Mendizábal acaba con el convento fundacional. Esta llegada vino precedida de una época de total decadencia e incluso muy cercana a la extinción. Pasada la crisis ocasionada por la Revolución de 1868, la hermandad aprueba nuevas reglas en 1882. Recuperando poco a poco su esplendor y engrandeciendo su patrimonio. El 10 de octubre de 1966, el convento de San Jacinto es erigido en parroquia. La Estrella se constituye en sacramental de la nueva parroquia. El Domingo de Ramos de 1976 la cofradía sale del convento de San Jacinto, pero su entrada la hace en su actual capilla.


Virgen de la Estrella saliendo de San Jacinto en 1932. Foto: Blog Amargura y Silencio

Aunque sin radicar en dicha sede nunca, otra hermandad que tuvo un litigio con la orden de este templo fue la Hermandad del Rosario de la parroquia de Santa Ana. En el artículo del convento de San Pablo vimos como los dominicos tuvieron durante una época la exclusividad de la devoción al Rosario. Con el paso del tiempo la propia orden parecía haber asumido la pérdida de tal exclusividad, pero sorprendentemente a mediados del XVIII la comunidad dominica de Triana promovió un pleito contra el Rosario de Santa Ana (erigida en 1693). En 1746 el nuncio de su Santidad falla en favor de la Orden de los Predicadores, seguramente por las influencias y presiones que estos ejercieron, teniendo que cambiar la hermandad de Santa Ana su advocación, pasando a ser “Madre de Dios”. Aunque ya en 1673 había una devoción y culto a una imagen del Rosario de San Jacinto no será hasta 1755 cuando se forme oficialmente la Cofradía en torno a esta advocación.

- Otros conventos trianeros
  • Convento de la Victoria. Se fundó en el siglo XVI. Fue desamortizado en 1835, pertenecía a la Orden de los Mínimos de San Francisco de Paula. Fue el convento fundacional de la Hermandad de la Estrella. Allí el 22 de octubre de 1704 sufrió un importante incendio que devastó todo el recinto salvo su capilla. Esta fue usada por los monjes como convento hasta que pudieron refundarlo. La hermandad abandona este cenobio a causa de la desamortización de 1835, trasladándose a San Jacinto, como hemos visto anteriormente.
Un fraile del convento de la Victoria jugó un papel importante en la renovación del templo de la O. Una vez se bendice el nuevo templo, 23 de febrero de 1702, se suceden una de solemnes fiestas, presididas en un número importantes por los frailes de conventos cercanos. Destacan en este aspecto los frailes dominicos del convento de San Jacinto, la comunidad de mínimos del convento de la Victoria o los agustinos del convento del Pópulo. A este convento pertenecía la imagen de Nuestra Señora de la Victoria que hoy podemos ver en la parroquia de Santa Ana.
  • Convento de los Remedios. Fundado en el siglo XVI por la Orden del Carmen Descalzo. En 1666 se fundó en este cenobio la Hermandad de la Entrada en Jerusalén y María Santísima del Desamparo, fusionada a los dos años con la de San Sebastián, conocida como “La Borriquita de Triana”. Entre 1756 y 1776 fue la sede la Esperanza de Triana. Como vimos en el artículo del convento del Carmen, posiblemente la cofradía de los Sagrados Clavos y Virgen de los Remedios procediera de aquí (finales del XVI). Hoy en día el edificio es el Museo de carruajes de Sevilla.


Convento de los Remedios. Foto: Sevilla ciudad
  • Convento de las Mínimas. Situado en la calle Pagés del Corro. Es fundado en 1565 por monjas procedentes de Fuentes de León (Badajoz). Debido a los daños sufridos por una inundación en 1595, se trasladan a la calle Sierpes, pero años más tarde parte de las religiosas vuelven a este convento, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salud. En 1837 el convento es suprimido, los bienes pasan a manos del estado y las religiosas vuelven al cenobio de la calle Sierpes. Hasta el 9 de enero de 1875 la iglesia no será recuperada para la diocésis, regresando las monjas el 30 de mayo de 1878, esta vez con la advocación de Nuestra Señora de la Consolación. Fue el convento fundacional de la Hermandad de las Tres Caídas de Cristo y Nuestra Señora de la Salud. Históricamente ha tenido una estrecha vinculación con la Hermandad de la Estrella, debido al origen fundacional de ésta en el cercano convento de la Orden los Mínimos.

Convento de las Mínimas

Fuentes bibliográficas
  • García de la Concha Delgado, Federico (1997). Nazarenos de Sevilla. Ediciones Tartessos.
  • Bermejo y Carballo, José (1882). Glorias Religiosas de Sevilla. Editorial Castillejo (1994).
  • Romero Mensaque, Carlos José (2000). “Pleitos y conflictos en las hermandades Sevillanas”. Ediciones Marsay.
  • Santas Reglas de la Hermandad de Los Gitanos. 14 de octubre de 1983.
  • Rodríguez Babío, Amparo (1999). Misterios de Sevilla. Ediciones Tartessos.
  • Roda Peña, José (1999). Las Cofradías de Sevilla en el siglo XX. Universidad de Sevilla.
  • Nuevo plan general de ordenación urbanísitica (Julio 2005). "40-Yacimiento: convento de las Mínimas".

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