domingo, 4 de diciembre de 2016

Suspensiones en caso de lluvia

Este otoño nos ha traído una novedad en cuanto a organización de cofradías y eventos. Parece que una vez que el Gran Poder decidió romper el hielo de cambiar un traslado en función de las previsiones meteorológicas, todos los que puedan van a seguir ese sendero. No es algo nuevo, pero sí parece que es algo que a partir de ahora va a ser mucho más habitual. Después del Gran Poder, el concierto "Madre Cigarrera" se suspendió con un día de adelanto, la caravana de la Juventud Cofrade, alguna salida en la provincia y fuera de ella... en definitiva que se empieza a actuar con raciocinio y nos alejamos del "Toda la vida de Dios se ha hecho así".

Hoy en día la ciencia de la meteorología ha avanzado mucho, empiezan a ser muy certeras las previsiones de los profesionales (no confundir profesionales ni con la APP de tu móvil, ni con los aficionados que opinan en la barra del bar Twitter), y aunque en ciertas circunstancias aún no se puede predecir con certeza, sí hay fiabilidad casi garantizada para otras situaciones. Esto las hermandades lo tienen que aprovechar. Por ejemplo, el Gran Poder en las últimas extraordinarias que había planificado en su paso, se había quedado sin salir por la lluvia, este mismo año no habría podido salir si no se actúa con esa avidez que hoy comentamos. ¿Qué mal hizo la hermandad actuando de esa manera? Ninguno. Es algo tan claro y evidente que incluso recibió muy pocas criticas, con lo difícil que es eso en Sevilla.

El día de "Madre Cigarrera" venían bandas de fuera de Sevilla, a las cuales el transporte les hubiera costado dinero si se suspenda en el mismo día, amén de las molestias ocasionadas a los miembros de banda de ir para nada hasta el lugar del concierto. Desde mi punto de vista, es la manera en la que se debería actuar siempre que haya una seguridad, se ahorra dinero y en el caso de los traslados o cofradías, se gana también la posibilidad de poderlas disfrutar en la calle. Ahora bien, estamos en otoño y hablando de conciertos, caravanas o salidas extraordinarias, pero y ¿si este proceder se extiende a la Semana Santa? Ahí ya los más rancios se ponen serios y dicen aquello de "En la Semana Santa, no, ahí hay que hacer las cosas como siempre se han hecho, mirando por la azotea para ver como viene el tiempo", eso queda muy rancio y aparentemente muy romántico, pero luego haciendo esas cosas te pasa como le pasó a Pasión aquel año en Cuna o a la Soledad de San Lorenzo en la famosa granizada de la Plaza del Duque.

Antaño se cambiaban las salidas de día si el correspondiente estaba lloviendo, eso hoy en día es imposible debido al número de hermandades y la logística propia de la Semana Santa, pero sí sería posible suspender las salidas con cierta antelación, como mínimo en la misma mañana del día y siempre y cuando la previsión fuera muy clara. Como me gusta poner ejemplos de lo que digo nos vamos a ir al Martes Santo de 2013, si no lo recuerdan fue aquel que Fran López de Paz se llevó toda la tarde diciendo que no había salido ninguna cofradía y que no había caído ni una gota, que había que mirar por las azoteas y no escuchar tanto a los meteorólogos. A partir de las 20:00, cuando cayó el diluvio universal, que era lo que la previsión oficial decía, calló el afamado locutor. En esa ocasión era seguro que a partir del anochecer iba a llover mucho, por eso ninguna salió, pero todas hicieron desplazarse a los servicios municipales a la salida, sillas en Campana, hermanos vestidos con el hábito nazareno a las iglesias... Si esa misma mañana se hubiera anunciado que ninguna iba a poder salir, nos hubiéramos ahorrado todo esto. Esperemos que desde ahora, también se pierda el miedo a tomar estas decisiones en Semana Santa.




1 comentario:

  1. Siempre he pensado, desde hace tiempo, lo mismo y siempre se me ha tachado de loco

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