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Orígenes
Este
convento fue fundado en 1358, gracias a que un noble donó su casa a
la Orden del Carmen. Durante los siglos XVI y XVII sufrió
importantes remodelaciones mediante criterios manieristas y barrocos.
Como tantas otras, la Orden fue desamortizada en 1835, pasando a ser
utilizado como cuartel. Durante su uso por el ejército sufrió
importantes modificaciones, se creó la fachada principal siguiendo
modelos academicistas y se demolió parte de la iglesia. En esa época
su retablo mayor pasó a la iglesia de Santa Marina, donde se perdió
para siempre en el desafortunado incendio que este templo sufrió en
1936. Se conservan sus dos claustros y su torre, ahora desmochada. En
1990 es adquirido por la Junta de Andalucía y desde 2002 es
utilizado como Conservatorio Superior de Música y Escuela Superior
de Arte Dramático.
Claustro
del convento. Blog de Roberto Paneque
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Siete Palabras y las fusiones en su origen
Una
de las hermandades más vinculadas a este convento es la de las Siete
Palabras. La actual hermandad del Miércoles Santo es el resultado de
la fusión de varias hermandades, la primera fusión data del 30 de
agosto de 1629 cuando en el convento del Carmen, se unen la Hermandad
de la Cabeza y de los Sagrados Clavos y Virgen de los Remedios. Es el
primera fusión de la que se tiene constancia entre una hermandad de
Gloria y otra de penitencia. En 1561 llega a Sevilla la devoción de
la Virgen de la Cabeza, surgida en Andújar, se fundó en la iglesia
del convento del Carmen. Aunque esta hermandad no llegó a ser nunca
filial de la de Andújar, ni participó en su romería. Tampoco está
relacionada con la actual Hermandad de la Virgen de la Cabeza que
reside en San Juan de la Palma y que fue fundada en 1931. La
Hermandad de los Sagrados Clavos se ubicó provisionalmente en la
capilla de la Cabeza, al estar en obras la iglesia del convento, pero
se mantuvo en ella una vez concluyeron los trabajos. La convivencia
durante varias décadas dio como resultado la fusión. Esta hermandad
tenía ya un crucificado al que más tarde, en 1777, empieza a
llamársele el Cristo de las Siete Palabras, advocación que aparece
en la regla de 1798. Posiblemente la cofradía de los Sagrados Clavos
y Virgen de los Remedios procediera del convento de los Remedios
(finales del XVI), ubicado en la actual plaza de Cuba.
Durante
la invasión francesa tuvieron que salir a la cercana parroquia de
San Vicente, pero perdieron parte de su patrimonio. Cuando los
franceses abandonaron la ciudad, la hermandad regresó al convento
del Carmen. En 1835 se produjo la exclaustración del convento,
llevando al cristo a una dependencia de la iglesia del Carmen y a la
Virgen de la Cabeza a un cuarto de la parroquia de San Vicente. El 2
de noviembre de 1868 fue desposeído el convento del Carmen como su
sede canónica, siendo la misma desde entonces la parroquia de San
Vicente. Desde 2014 la hermandad modifica sensiblemente su recorrido
cada Miércoles Santo para poder pasar por las puertas de la que
fuera su casa durante tantos años.
Siete
Palabras a finales del XIX. Foto Pasión en Sevilla
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Soledad
de San Lorenzo, gran parte de su vida aquí
La
Soledad de San Lorenzo fue fundada en el siglo XVI, se conoce que el
año 1549 estaba establecida en el convento de Santo Domingo de Silos
(actual parroquia de San Benito), pasando con posterioridad al
Hospital del Amor de Dios, a la Iglesia de Santiago de los
Caballeros, y en 1575, a la de la Casa Grande del Carmen Calzado. Se
establece aquí edificando, en sus terrenos, una gran capilla, la
cual es ampliamente descrita y ensalzada por diversas obras.
Permaneció hasta 1810, es decir, el período más prolongado de su
historia. Este edificio, con templo de una sola nave enfrentado a la
iglesia principal del monasterio, fue construido gracias a que la
orden carmelita cedió unos terrenos de las huertas del cenobio. Hoy
en día la situaríamos en la calle Goles. Sus dimensiones eran 42
metros de largo y 9 de ancho. Durante los primeros años le fueron
otorgadas diversas gracias por los pontífices, conservando aún la
hermandad algunas bulas de esta época (1579, 1584, 1605). Documentos
de Francisco de Sigüenza, Ortiz de Zúñiga, José Bermejo, Abad
Gordillo o González de León coinciden en señala la imagen de la
Soledad como una de las grandes devociones de Sevilla. Destaca la
agregación de la capilla a la basílica romana de San Juan de Letrán
(1594). La hermandad soleana tuvo relación también con otro
convento de la zona, el agustino del Dulce Nombre de Jesús. En el
claustro de dicho convento celebraba, cada Domingo de Pascua, la
ceremonia del encuentro entre Jesús Resucitado y la Virgen de la
Alegría. Hoy en día hay hermandades de la Soledad que mantienen
esta tradición, pero en Sevilla se perdió al final del siglo XVI,
por un lado por el pleito que mantuvieron la Soledad de San Lorenzo y
el Santo Entierro y por otro por la disposiciones que impuso el
Cardenal Niño de Guevara en el 1604. En febrero de 1810 la hermandad
tienen que huir del convento debido a la invasión francesa,
convirtiéndose a los pocos días su capilla en cuadra del ejército
invasor. Una vez fuera de la ciudad los franceses, intentó volver
pero las diversas pérdidas patrimoniales y los problemas económicos
hicieron que fuera imposible.
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Quinta
Angustia, raíces en la Casa Grande del Carmen
Otra
hermandad con raíz en el Convento Casa Grande del Carmen es la
Quinta Angustia. Tiene su origen en dos antiguas cofradías de
penitencia, la del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor
Jesucristo y Quinta Angustia de María Santísima y en la del Dulce
Nombre de Jesús. La primera de ellas es fundada alrededor del año
1500 y sus reglas son aprobadas el 5 de febrero de 1541, en su sede
canónica en la Casa Grande del Carmen. Esa corporación salía cada
Jueves Santo con hermanos de luz y de sangre. Era habitual que antes
de la salida se pronunciara un sermón de la Pasión, y al llegar se
hacía el lavatorio a los disciplantes. Allí residió durante siglos
en una capilla propia, recibiendo abundantes privilegios de la
comunidad carmelita. Tuvo una primera capilla en el claustro
principal, hasta que en 1608 se traslada a otra al lado de la puerta
de la iglesia. Después de unas décadas de crisis llega el golpe de
la invasión francesa, las hermandades radicadas en el convento huyen
a la parroquia de San Vicente. El Sagrado Descendimiento, al ser la
última en hacerlo, no tuvo sitio donde colocar sus imágenes y
patrimonio. En 1811 salió desde el convento de San Pablo, pero a la
vuelta entró en el del Carmen, situándose las imágenes en un altar
lateral. En 1830 tuvo un pleito con el convento, ya que querían
irse, pero perdieron ese pleito, entrando en una nueva etapa de
decadencia, hasta que en 1840 en un intento de revitalizar a la
hermandad varios hermanos la trasladan a la iglesia del Sagrario de
la Catedral, más tarde a la Iglesia de los Menores – actual
parroquia de Santa Cruz – y finalmente a la iglesia de San
Buenaventura, volviendo al convento del Carmen en 1843, hasta que en
1851 se unen a la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús y abandonan
definitivamente este cenobio.
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Elementos
del convento que podemos seguir disfrutando
Como
hemos podido ver, la parroquia de San Vicente ha tenido a lo largo de
la historia mucha vinculación con el convento del Carmen,
especialmente como lugar de refugio de hermandades y patrimonio en
peligro. Hoy en día, en este céntrico templo podemos ver algunos
vestigios del desaparecido convento. El actual titular de la
Hermandad de Las Penas fue una talla destinada a ocupar una hornacina
en el claustro principal del Convento Casa-Grande del Carmen. Esa es
la explicación por la que es una imagen tan marcada hacía un lado.
El motivo por el que estuvo vinculado a este lugar fue que, al igual
que en numerosos conventos de la Orden en España, se seguía la
veneración de este pasaje como lo hacía San Juan de la Cruz. En
1870 se trasladó a la parroquia de San Vicente, colocándose en un
altar a los pies de la nave de la Epístola. Hoy en día en el palio
de la hermandad podemos ver una magnífica miniatura de Nuestra
Señora del Carmen, que representa la imagen que presidía la Casa
Grande. Junto a la Virgen del Rosario de la parroquia de San Vicente
hay imagen de Santa Teresa (siglo XVIII) que procede del convento y
cuya autoría se desconoce. El retablo neoclásico de la Virgen de
los Desamparados, del mismo templo, anteriormente perteneció a la
Virgen del Carmen, la cual es una obra anónima (s. XVIII) que
procede también de la Casa Grande. Forma un interesante conjunto al
lado de Simon Sock.
En
otra parroquia cercana, la de San Lorenzo, hay otra representación
de la Virgen del Carmen, que durante la invasión francesa una
camarera de la virgen salvaguardó en su casa, donándola después a
la parroquia de San Lorenzo. Es talla anónima y por sus
características formales se piensa que es del siglo XIV. Es la
representación de la Virgen del Carmen más antigua que hay en la
ciudad.
Miniatura
de la Virgen del Carmen en el palio de Las Penas
Fuentes
bibliográficas
- García de la Concha Delgado, Federico (1999). Misterios de Sevilla. Ediciones Tartessos.
- Jiménez Sampedro, Rafael. Crucificados de Sevilla (2002). Ediciones Tartessos.
- García Gutiérrez, Fernando (19 de abril de 2013). “Imagen de la Virgen del Carmen en la parroquia de San Lorenzo”. https://www.archisevilla.org