martes, 21 de agosto de 2018

Conventos y cofradías: convento de San Pablo


- Orígenes

Fundado por el rey San Fernando después de la Reconquista de 1248. Ocupaba una gran extensión. Actualmente conservamos la parroquia de la Magdalena (antigua iglesia conventual) y la capilla de Montserrat. Alrededor de 1625 era el convento más poblado de la orden, junto a su homónimo de Córdoba eran los dos cenobios más importantes en la provincia de Andalucía. El padre Labat, un dominico francés que estuvo en Sevilla, dejó escrito “Yo diría que más que un convento, San Pablo es una ciudad, por capitalidad, por rectoría y por número de frailes”. Lo que hoy conocemos es una obra de finales del XVII y principios del XVIII. La desamortización de 1835 eliminó a la Orden de los Dominicos de este lugar, que pasó a ser dependencia institucional del estado. Un incendio en 1906 provocó que se perdiera gran parte del convento. Tuvo un papel destacado en la evangelización de América y Filipinas, ya que aquí se establecían los futuros misioneros dominicos antes de hacer el viaje, como por ejemplo Fray Bartolomé de las Casas. También fue sede de las primeras cárceles de la Inquisición y se celebraron numerosos autos del Santo Tribunal. De este pasado tenemos vestigios visibles en la actual parroquia, como por ejemplo los candelabros que flanquean la imagen de Santa María Magdalena, la cúpula de la entrada o pinturas que representan los autos.


Antiguo convento de San Pablo
- Hermandad de la Virgen del Rosario

En la segunda mitad del XVI cobró auge la devoción del Rosario, especialmente a raíz de la victoria en la batalla de Lepanto (1571). Está advocación estaba muy arraigada en las hermandades vinculadas a la Orden de los Predicadores. En Sevilla estaba la primitiva hermandad del Rosario en el convento de San Pablo, erigida desde finales del siglo XV. Esta hermandad sostuvo un largo pleito con la de Montesión y la “de los negros” de Triana, ya que solo las hermandades dominicas podían tener esta advocación, y además no podía haber más de una en cada ciudad. El 27 de agosto de 1587 el provisor del arzobispado, Íñigo de Leziñana, dictó sentencia favorable hacia esta corporación y desde ese momento solo podía usar el título del Rosario la imagen residente en el convento de San Pablo, mientras que la de Montesión se denominará “Misterios Dolorosos”. Fue en el siglo siguiente cuando desapareció el monopolio dominicano y Montesión pudo usar la advocación del Rosario. La Hermandad del Rosario ocupó originariamente una de las capillas de la iglesia conventual, pero pronto obtuvieron permiso para labrar una capilla contigua al templo (hoy en día capilla sacramental). Estuvo fusionada con Montserrat, pero debido a diversas divergencias terminó languideciendo a partir de 1941. El único hermano que permanecía en la corporación la revitalizó en 2006, volviendo a fusionarse con Montserrat, siendo hoy titular de esta corporación.



Virgen del Rosario. Foto: Arte Sacro

- Hermandad de la Antigua y Siete Dolores

Otra hermandad importante, que estuvo vinculada al convento, fue la de la Virgen de la Antigua y Siete Dolores. Llegó a este cenobio en 1568, procedente del cercano Hospital de San Gregorio, y permaneció en el mismo hasta su extinción a finales del XIX. Importante corporación cuya fortaleza radicaba en el alto número de nobles en su nómina de hermanos. El titular cristífero era Nuestro Padre Jesús de la Salud, actual titular de La Candelaria. La Virgen titular se conserva hoy en día en la parroquia de la Magdalena, tenía una enorme devoción en la Sevilla del XVII y XVIII, siendo habitual que presidiera procesiones de rogativas de lluvias o incluso por la Guerra de Sucesión. Del palio en el que procesionaba esta imagen nos ha llegado hasta nuestros días sus bambalinas, que las podemos ver cada Jueves Santo en la Hermandad del Valle. En los años 20 del pasado siglo XX salió excepcionalmente a los pies del Santísimo Cristo de las Misericordias de la Hermandad de Santa Cruz. Su capilla era la actual sede la Hermandad de Montserrat.


Nuestra Señora de la Antigua y Siete Dolores. Foro: La Hornacina

- Hermandad de Montserrat

En 1650 la comunidad del Real Convento de San Pablo otorga, a la hermandad de Montserrat, escritura de cesión de un solar situado en el compás. Es ahí donde edifica la nueva capilla, la cual se concluyó en el año 1656, después de un pleito con el clero de la parroquia de San Ildefonso. La cofradía adquirió auge a mediados del siglo XVII, al trasladarse a San Pablo. Comenzaron a ingresar en ella los mercaderes de lienzos, sosteniendo el culto y gastos de la hermandad. El 10 de septiembre de 1867 se fusiona con la hermandad del mismo convento, de Nuestra Señora del Rosario, primitiva hermandad del Rosario de Sevilla que estaba pasando una etapa de decadencia. En 1939 se trasladó a su actual capilla, situada a escasos metros de la anterior, en el mismo ex-compás del convento de San Pablo.


Actual Capilla de Montserrat. Foto: Blog Indaliano y Olé

- Otras hermandades que tuvieron relación con el convento

Según relata el abad Gordillo, la Hermandad del Santo Entierro realizaba una ceremonia en la noche del Jueves Santo. En un collado cercano se hacía una representación del Calvario. Se colocaba la imagen del crucificado, junto a los dos ladrones y al pie de la cruz San Juan Evangelista, las tres Marías y la Virgen. A las tres de la tarde del Viernes Santo un predicador narraba el pasaje de la cruz, mientras se llevaba a cabo el descendimiento del Señor y situado en el regazo de la Virgen. En parihuelas iban al oratorio de la hermandad y se disponía su entierro, marchando a la catedral. A la vuelta el cristo yacente se quedaba en el convento de San Pablo, en un sepulcro que había en el jardín, yendo el resto de la procesión al oratorio. El Domingo de Pascua aparecía sobre el sepulcro la imagen de Jesús Resucitado. Los hermanos, vestidos de gala, acompañaban con música hasta su templo a la sagrada imagen. Celebrando de ese modo la fiesta de la Resurrección.


Patio principal del convento. Foto: Blog El Pasado de Sevilla

Fuentes bibliográficas:

  • Sedes de Antiguas Hermandades y Cofradías. http://www.rpmagdalena.org
  • Larios Ramos (O.P.), Antonio (2016). “Los Dominicos y la Inquisición en Sevilla durante la Modernidad”. Revista de Humanidades, n. 27.
  • Romero Mensaque, Carlos José (2002). Crucificados de Sevilla. Ediciones Tartessos.
  • Romero Mensaque, Carlos José (2000). “Pleitos y conflictos en las hermandades Sevillanas”. Ediciones Marsay.
  • García de la Concha Delgado, Federico (1995). “Historia de las Hermandades de Sevilla”. Sevilla Penitente (Tomo I). Editorial Gelver.

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