Los problemas del Domingo de Ramos

Esta semana se ha reavivado la problemática del Domingo de Ramos, a raíz de conocerse que el Diputado Mayor de Gobierno de la Hermandad del Amor, en el boletín de la hermandad, había expresado el deseo de entrar al menos 15 minutos antes. No es nuevo esto, ya el año pasado ocurrió algo similar, pero en esta ocasión parece que se ajustan más a la realidad, ya que hace un año hablaban de recortar una hora, algo materialmente imposible sabiendo que la cofradía entre la catedral y sus sede puede hacer el regreso en 45 minutos - una hora.

Para conseguir este adelanto se proponía que entre la Hermandad de La Amargura y ellos hubiera otra cofradía intermedia que al salir de la catedral girara hacia la Plaza del Triunfo, así la hermandad del Salvador tendría libre la vuelta a su sede. Comprendo la petición de la Hermandad del Amor y es normal que no quieran tener otra hermandad delante, pero también hay que advertir algunas cosas: actualmente - y con los datos encima de la mesa - La Amargura hace más ligero ese tramo que ellos; otra cosa es que hay que decir que esto es un pequeño problema en comparación con el caos que es la jornada. Según el horario oficial, el palio de Nuestra Señora del Socorro debería haber entrado a las 1.35 en 2018, sin embargo, lo hizo a las 2.50. Incluso aunque el Silencio Blanco no les hubiera precedido y ellos hubieran recortado esos 15 minutos en su tramo final, habrían entrado a horas intempestivas y con una hora de retraso con respecto a lo diseñado falazmente en el Cabildo de Toma de Horas. Por tanto, el problema no es la hermandad que les precede, sino la configuración de la jornada en sí.

Al igual que El Amor pide esto, es lógico que La Cena, La Hiniesta y San Roque pidan no ir juntas. El CECOP "solucionó" el problema de orden público, que esta mala organización produce, poniendo vallas y alejando al público de las hermandades. No es solución eso, como ya hemos visto por aquí varias veces. Lo que ningún inmovilista te explicará es que esto no es ni mucho menos un problema nuevo. Como casi todas las jornadas de la Semana Santa, el problema se origina en los años 60 y 70 del pasado siglo XX, nadie en estas décadas ha querido solucionarlo y evidentemente ha ido a más, porque los problemas no se solucionan cerrando los ojos, como han hecho las diferentes instituciones en estas décadas.

En 1973 todas las hermandades cedieron cinco minutos para que El Amor pudiera salir antes de la catedral, ese año se fijó en las 23.15 horas la hora de salida del recinto metropolitano (en 2018 la tenían fijada a las 00.26, pero al final salieron alrededor de las 1.45). No teníamos ni si quiera un presidente seglar en el Consejo - por aquel entonces estaba el ínclito Emilio Aguilar Vera todavía - y ya el Domingo de Ramos tenía problemas de horarios y de entradas tardías. Ni que decir tiene que esto se ha agravado porque ahora hay miles de personas más que participan en los diferentes cortejos del día y el tiempo da para lo que da. Tú te puedes engañar diciendo que no hay problemas - como dice el neofito presidente del Consejo - y en el papel poner que El Amor abandona la catedral a las 00.26, pero la realidad te da el guantazo que les dio el año pasado y el último palio saldrá de la catedral a las 1.45.

Se dice que el Martes Santo 2018 salió bien porque las hermandades pusieron empeño, es curioso que esto lo digan juntas de gobierno que se quejan de sus parones y sus entradas tardías. Revirtiendo su propio argumento, deberíamos decir que sufren esos problemas porque no ponen empeño. Obviamente, esto no es así, lo sufren por no poner soluciones del siglo XXI a los problemas de la Semana Santa de este siglo. Mientras sigan con la antigualla de 15 minutos arriba o abajo, seguirán los problemas. La comparación es fácil, a la Hermandad del Amor le parece un mal menor entrar en el Salvador a las 2.35 (y a lo mejor lo consigue en 2019, aunque se engañarán en el papel poniendo 1.20 horas), a esa hora todas las hermandades del Martes Santo 2018 estaban dentro, incluido el palio de María Santísima del Dulce Nombre y sus históricos problemas de entrada tardía. Cada uno consigue por lo que lucha y trabaja.