domingo, 21 de junio de 2015

La politización de las hermandades (I)

En su momento hablé de la democracia cofrade y como algunos gobernantes deberían mirar el buen hacer, durante siglos, de nuestras hermandades. Como estas habían estado otorgando, desde tiempo inmemorial, derechos a sus hermanos que hoy en día parecen querer lograrse para el resto de ciudadanos. Hoy vamos a hablar de lo contrario, del punto en el que las hermandades copian a la política, y más concretamente su lado más agrio y asqueroso. Estamos viviendo un mes complejo en lo electoral, y por encima han destacado tres elecciones a herman@ mayor: Candelaria, Sed y Esperanza de Triana. En este artículo y en el del próximo Domingo quizás vamos a poner el foco sobre estas tres pero es algo que pasa en casi todas las hermandades con cierto poder mediático y/o luchas internas.

Para empezar decir que a mí que una candidatura tenga pagina web o use las redes sociales no lo veo mal, es más, en el siglo XXI lo veo algo positivo y sabiéndola usar es una gran herramienta para llegar a un mayor número de hermanos. El problema es cuando se usan estas redes sociales más para el "enfagamiento" de la campaña o como muestra de fuerza ante el adversario que para darse a conocer ante los hermanos. Pero digamos que dentro de los muchos males que tiene los procesos electorales de las hermandades este es el menos dañino y casi me atrevería a decir que no hay mucho problema en este asunto.

Lo que si me preocupa más es ver que durante 15 días algunas personas se ponen el disfraz de político profesional. Empiezan a dar mítines, salir en todos los medios, visitas a todos lados y abrazos y besos a todo el que pase a su lado, eso que no falte, sobre todo abrazos y besos. Muchos de ellos han estado desaparecidos de la vida de hermandad durante cuatro años y seguramente volverán a desaparecer si pierden las elecciones. Otra cosa que veo peligrosa es que quienes sabemos más o menos como se mueve una hermandad por dentro, conocemos que son los hermanos anónimos los que más "curran" en ella y que una candidatura, como es la de Justino Rufino en la Candelaria, lleve a un buen número de personajes famosos me escama mucho, ya que normalmente el meter a esta tipo de personas es más por conseguir votos gracias al famoso que por lo que esté va a trabajar de verdad por la hermandad en los próximos cuatro años. En la mayoría de los casos su trabajo será el pasear la vara en actos y eventos de la hermandad. Que haya uno así en la Junta puede ser anecdótico, que haya unos cuantos lo considero más peligroso para una hermandad.

Y claro, si ese famoso es el que se presenta a hermano mayor la cosa pinta peor aún. Obviamente, cualquiera tiene derecho a presentarse a hermano mayor y el ser famoso no implica, ni mucho menos, que no pueda ser válido para ocupar el puesto más importante de la hermandad pero no me diréis que la campaña de Francisco Rivera no está dejando algunas dudas. Promesas de difícil cumplimiento como la de hacer salir por la capilla de los Marineros a todos los hermanos, ruedas de prensa más destructivas que constructivas, comunicados que lo que hace básicamente es menospreciar a todo el que piense que su candidatura no es la idónea... No parece la mejor presentación en sociedad de lo que en un futuro podamos llamar un buen hermano mayor.


Foto: El Correo





No hay comentarios:

Publicar un comentario