domingo, 10 de junio de 2018

Procesiones Magnas

El pasado 26 de mayo la ciudad de Málaga vivió una nueva jornada histórica para su ambiente cofrade. Se realizó una procesión magna con todas las imágenes marianas coronadas, el motivo fue el 150º aniversario del patronazgo de Santa María de la Victoria y el 75º de su coronación. Con ello se ha abierto de nuevo el debate en Sevilla de por qué no se hacen aquí este tipo de eventos. Nos siguen adelantando por la izquierda las ciudades cofrades de nuestro entorno.  

Comprendo que a quienes no le gustan las procesiones se puedan quejar y no entienda este tipo de celebraciones, pero lo llamativo es que las críticas más feroces vienen de la mano de las personas que dicen pertenecer y gustarle el mundo cofrade. Todo es producto de una tendencia impuesta que ha calado en un buen número de cofrades. El "neopostureo" no entiende que las cofradías son religiosidad popular y todo lo que ello conlleva. No comprender que el mundo cofrade se sustenta de salir a la calle y no de quedarse en los templos, es no haber entendido absolutamente nada. El primero que dijo lo de "jugar a los pasitos" no sabía que había inventado un eslogan para cofrades autómatas, repiten la frase sin saber muy bien lo que están diciendo, pero les suena que así van a ser más populares.

Argumentan muchas veces que algo que ha sido tan común en la historia de Sevilla, como son las salidas extraordinarias, es un fenómeno nuevo y que "se nos está yendo de las manos". La ignorancia siempre va unida a la simpleza argumental. Como siempre digo por aquí, no hay nada nuevo en la Semana Santa, salvo las redes sociales. La dimensión de lo que se decía en un patio de vecinos o taberna es diferente a la que hoy tiene lo dicho en Twitter, Facebook o Instagram. Las salidas extraordinarias se producen en Sevilla desde el mismo día que el rey Fernando III entró en la ciudad (22 de diciembre de 1248).

Se comenta que en 2019 es posible que haya una magna de Glorias, sería magnífico para Sevilla. Una manera de visibilizar a hermandades que son sello e historia de la ciudad. Sí, es verdad que para darle el empaque que merece, hay que esperar a una efemérides que encaje. El I Centenario del monumento de la Inmaculada podría ser una fecha optima. Desde luego, en mi opinión, mucho más adecuado que la rebuscada del 90º aniversario del Congreso Mariano Hispano-Americano, que es la otra opción que se ha escuchado estos días.

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