domingo, 20 de mayo de 2018

Las modificaciones del Corpus

Como cada año llega la polémica del Corpus, la ciudad que vive en un bucle eterno de debates vacíos, elige esta fecha como una de las claves del año. Esta vez la controversia ha sido avivada otra vez por Asenjo y unas declaraciones suyas. Cada año – ahí está la hemeroteca – él decide entrar en ese juego. Siempre antes de la celebración dice lo mismo, pero luego no actúa. Se ha adaptado bien a la ciudad, ya piensa y obra como el sevillano medio, puede arreglar las cosas pero no lo hace, para así tener algo de lo que quejarse. Recordemos que el Corpus lo organiza él, por lo que puede disponer lo que le venga en gana, si no lo hace estará actuando mal según su propio criterio.

El modelo del Corpus no está ajustado a los tiempos y eso es un peligro. Es evidente que le sobran muchas personas en el cortejo, muchísimas. Ya no entro en si van por “postureo” o por un fin religioso, la realidad es que todo se tiene que ajustar a la época que nos ha tocado vivir. La procesión tarda mucho en pasar, tiene un recorrido excesivamente corto, un horario muy tardío y no se potencia lo que debería ser uno de los pilares: los altares. Cada edición son las mismas hermandades las que ponen los altares, no se está fomentado este elemento entre las corporaciones, entre otras cosas porque se hace un concurso sin sentido y que empieza a tener trazas de amiguismo.

Un indicativo de que algo falla es que haya personas terminando la procesión cuando ni tan siquiera ha salido la Custodia. La Hermandad de la Cena debería volver de noche, los años de calor – casi todos – es un suplicio para sus propios hermanos y músicos. Discrepo con Asenjo en los pasos que debe haber en la procesión, al contrario que él, que piensa que hay muchos, yo creo que debe haber más. Si bien es cierto que lo esencial es el Santísimo, no es ninguna herejía honrar en ese día a los santos locales, incluidos, por ejemplo, los olvidados San Juan de Ribera y San Hermenegildo. Puestos a replantear se debería replantear hasta el día de la celebración. Actualmente ya es un problema que la jornada solo sea fiesta local, pero recordemos que eso lo decide el Ayuntamiento cada año, si un año se decide legítimamente que el Corpus no sea uno de los festivos locales ¿qué pasaría?

El Corpus es probablemente la fiesta más importante de Sevilla, si de historia hablamos. Como cualquier tradición hay que adaptarla a los tiempos, porque si no perderá fuerza. Poco a poco se va viendo un desarraigo de la ciudadanía con la festividad. Si pudiéramos hacer una comparativa de asistencia de los últimos 20 años, veríamos como cada año decrece. Si no empezamos a hacer modificaciones ahora, puede que en un futuro nos encontremos un problema mayor. No tengamos miedo a hacer esos cambios y no esperemos, como siempre, a tener el problema en lo alto para así actuar.

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